Actualmente el uso de las luces direccionales al conducir es obligatorio. (ARCHIVO)
Pese a que no todos lo utilizan, su uso es obligatorio y vuelve más seguro el conducir un vehículo, gracias a que indica las intenciones propias y las de otros conductores.
Se trata de las luces direccionales, descritas por Motorgiga como "sistemas de luces que giran en el sentido interior de la curva cuando el coche está circulando a partir de determinada velocidad. Con este sistema se mejora la seguridad activa al alumbrar la zona hacia la que se dirige el vehículo. El ángulo de giro de los faros no es muy elevado y difiere entre el faro interior y el exterior de la curva".
De acuerdo con los registros, los primeros proyectos con objetivos de indicación surgieron en la década de 1920.
El primer diseño consistía en unas flechas con longitudes que alcanzaban hasta los veinte centímetros y que eran situadas en las partes laterales de los vehículos.
Conforme pasaron los años, estos indicadores se volvieron luminosos y tomaron el color anaranjado como específico, volviéndose su uso no sólo frecuente, sino un código al conducir.
Cabe señalar, finalmente, que la primera patente de luces direccionales se registró en 1938.