Practicar ajedrez con frecuencia estimula el cerebro y activa las conexiones neuronales, permitiendo que el pensamiento lógico sea más rápido y eficaz. (ARCHIVO)
Si bien es un hecho que el ajedrez, como juego de estrategias y movimientos, implica tener cierto nivel de aprendizaje, dedicación y técnica, también lo es el que no es un juego privativo y está abierto para ser practicado por todas las personas a quienes ofrece además beneficios a la salud mental.
Según la Fundación de la Universidad Nacional Autónoma de México, practicar ajedrez con frecuencia estimula el cerebro y activa las conexiones neuronales, permitiendo que el pensamiento lógico sea más rápido y eficaz.
Por ser un juego de estrategia, además, la práctica del ajedrez activa ambos hemisferios del cerebro; el izquierdo para reconocer las piezas y el derecho para reconocer los patrones o movimientos a realizar, lo que al permitir el uso simultáneo de ambos hemisferios estimula también la sinapsis neuronal.
Por si fuera foco, usado como terapia "estimula la coordinación motora, mientras que contribuye a realizar un esfuerzo mental extra y provoca un aumento en la concentración", y aplicado a niños los beneficia en "el pensamiento y la resolución de problemas (...), así como en su capacidad de lectura, compresión y los cálculos matemáticos", de acuerdo con la UNAM.
