Los ocho detenidos quedaron a disposición de la Subprocuraduría Especializada en Investigación contra la Delincuencia Organizada de la PGR.
De acuerdo con voceros de la Policía Federal, fue en el marco del Operativo Laguna implementado por el Gobierno de la República en apoyo a los habitantes de los estados de Coahuila y Durango, que elementos de la Policía Federal, en coordinación con la Procuraduría General de Justicia de Coahuila, detuvieron el pasado sábado a Samuel Sánchez Lemus, presunto integrante de un grupo criminal, del cual se tienen indicios de que controlaba la venta de droga y la comisión de secuestros en la región.
Dicho sujeto fue detenido con otras siete personas, los cuales portaban armas largas abastecidas y distintas cantidades de droga, además de que fue localizada una vivienda en el municipio de Saltillo empleada por ellos, para mantener en cautiverio a víctimas de secuestro.
Como parte de un trabajo de investigación que por más de tres meses desarrolló la Policía Federal, en coordinación con la Procuraduría General de la República, la Secretaría de la Defensa Nacional y la Secretaría de Marina, se determinó la zona donde se desplazaban los integrantes de este grupo delictivo.
Con esta información elementos de la División de Seguridad Regional de la Policía Federal, en coordinación con personal de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Coahuila, establecieron esquemas de patrullaje en perímetros específicos.
El pasado sábado 20 de septiembre, el convoy de elementos federales y estatales, ubicó dos camionetas estacionadas en la entrada a una brecha, a la altura del kilómetro 70 de la carretera Saltillo – Monclova, una Grand Cherokee color vino y una Windstar gris plata.
Por las ventanillas se constató que los tripulantes portaban armas largas, por lo que se estableció un cerco de seguridad y con las debidas precauciones, los uniformados se aproximaron a los vehículos y solicitaron a los civiles descender e identificarse.
El sujeto que ocupaba el asiento del copiloto de la camioneta Windstar, descendió con un fusil AK-47 en las manos y manifestó ser agente judicial. Se le exigió acreditarse, pero arrojó el arma al piso y corrió en dirección a la brecha.
Los elementos federales le dieron alcance y a pesar de oponer resistencia, fue asegurado quien dijo llamarse Samuel Sánchez Lemus, de 32 años, presunto integrante de un grupo delictivo, el cual coordinaba la distribución de droga en la región.
Mientras esto ocurría los agentes federales y estatales, ordenaron a los siete ocupantes de las camionetas descender y colocar en el piso las otras cinco armas largas que portaban. A ellos les fueron encontradas entre sus pertenencias, varias bolsas de plástico con una sustancia con las características de la cocaína, pastillas y hierba seca, aparentemente marihuana.
Los demás detenidos dijeron llamarse, José Manuel Obregón Ibarra, de 28 años; Mauricio Velázquez Martínez, de 34; Myriam Iliana Castillo Garza, de 19; Claudia Yesuri Rodríguez Campos, de 21; Oscar Daniel Zúñiga Reyna, de 32; Raymundo Torres Espinoza, de 27; y Moises Iván Miragómez Ochoa de 33 años de edad.
Al ser presentados ante el Ministerio Público de la Federación, varios de los detenidos coincidieron en que se dirigían a un rancho aparentemente empleado como bodega de droga y armas, además de haber ocultado ahí a personas que secuestraron.
Con apoyo de personal ministerial, se implementó un nuevo operativo en el predio señalado, el cual se ubica a un kilómetro del lugar donde se realizó la detención. El sitio estaba abandonado, pero fueron encontrados cuatro vehículos: un Stratus rojo en cuyo interior había 17 cargadores con más de 500 cartuchos calibre 7.62X39; un Eclipse negro, que ocultaba 500 cartuchos para arma larga; una camioneta Durango de color rojo con más de 300 cartuchos calibre 7.62X39 y un Chevy color negro con 300 cartuchos del mismo calibre.
En el interior de unos de los cuartos de la precaria vivienda fue localizada una cadena con dos candados de mano los cuales estaban asegurados a una ventana, restos de alimento y un colchón, sitio que fue preservado para determinar si ahí se mantenía en cautiverio a víctimas de secuestro.
Los ocho detenidos quedaron a disposición de la Subprocuraduría Especializada en Investigación contra la Delincuencia Organizada de la PGR, junto con los siete vehículos asegurados, cinco rifles AK-47, un fusil Bushmaster, los cargadores y más de mil 800 cartuchos útiles, además de 600 dosis de marihuana, 250 dosis de cocaína en piedra y 26 pastillas psicotrópicas.
