Torreón, La Laguna en su conjunto, ha sufrido en los últimos años un retroceso en su calidad de vida. El último informe del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) no deja lugar a dudas: la región bajó del lugar 44 al 48 en el listado.
Además La Laguna descendió en el indicador de Sistema Político Estable y Funcional, donde se pasó del lugar 11 al 50. Otros subíndices donde se retrocedió fueron Medio Ambiente, Sociedad, Incluyente Preparada y Economía Estable. En contraparte se avanzó en el subíndice de Mercado Laboral, donde se pasó del lugar 20 al 3, gracias a la alta productividad laboral de La Laguna.
Sin duda la violencia que se vivió en la región en los últimos años fue uno de los factores que contribuyeron para esta caída, sin embargo no es es la única variable responsable de nuestra debacle, Monterrey es una prueba de que se puede ser competitivo a pesar del alto índice de criminalidad.
Mientras los regiomontanos le han apostado históricamente a la unidad para crecer, nosotros en los últimos años como sociedad, hemos apostado a la división. Políticos y empresarios han privilegiado el beneficio individual. La desgracia del otro es la escalera del éxito individual, en esta apuesta lo de menos es Torreón, Gómez Palacio o Lerdo.
Es importante revisar la historia reciente para entender nuestra realidad. La caída en competitividad se comenzó a experimentar en el sexenio de Humberto Moreira, donde los dirigentes empresariales fueron seducidos por el exgobernador para ocupar cargos públicos e incluso se promovió la división entre las cámaras. Casualidad o no, pero lo cierto es que Torreón perdió competitividad al mismo tiempo que los empresarios se politizaron y privilegiaron el quedar bien con el gobierno en turno.
No le hace falta razón al investigador del CIDE, Enrique Cabrero, cuando afirma que actualmente las ciudades son los motores del desarrollo económico ya que: "en las ciudades se establecen los acuerdos para la integración de empresas, en ellas se busca la vinculación de las instituciones educativas para promover la innovación y el desarrollo tecnológico y es justamente en los espacios urbanos en los que se hace posible el dinamismo de la nueva economía del conocimiento".
En cualquier sociedad es importante tener una clase empresarial unida, la cual debe exigir a las autoridades mejores condiciones de vida para que las ciudades sean atractivas para la llegada de inversiones. Además esos empresarios buscan trabajar de manera conjunta con los gobiernos para todos ganar.
No es una fórmula mágica, es una fórmula probada y así lo dejó en claro Juan Pardinas, director del Instituto Mexicano para la Competitividad, el pasado jueves cuando se reunió con empresarios de Fomec (Fomento Económico Laguna de Coahuila, A. C.). En esa reunión el director del Imco afirmó: "la clave para mejorar la competitividad en La Laguna es la coordinación entre los actores públicos y privados".
En esa misma semana la clase política local también hizo un llamado a trabajar por Torreón. En la ceremonia de entrega de reconocimientos a los Ciudadanos Distinguidos el alcalde, Miguel Riquelme, dijo que es tiempo de hacer a un lado la "politiquería" para trabajar unidos por el municipio. En la ceremonia estuvieron presentes los principales liderazgos del PAN representado por los exalcaldes de Torreón, Jorge Zermeño, Guillermo Anaya y José Ángel Pérez quienes se sumaron al llamado.
Por ejemplo Jorge Zermeño dijo: "Todos tenemos que hacer algo para que Torreón vuelva a ser la ciudad de oportunidades. Sin partidismos, todos los que vivimos aquí y queremos a nuestra ciudad tenemos algo que hacer".
Al mismo tiempo Guillermo Anaya declaró que su presencia tenía como objetivo buscar un mensaje de unidad: "Necesitamos estar todos para sacar adelante a Torreón en el tema de seguridad, de falta de empleo. Hace falta que estemos todos juntos, independientemente de nuestras creencias ideológicas, trabajando por el bien de Torreón". El ahora diputado federal se dijo convencido de hacer un lado los intereses partidistas, siempre y cuando haya una convocatoria, para trabajar por el bien del municipio.
En esa ocasión, apenas el 15 de septiembre, en su discurso el alcalde Miguel Riquelme, dijo: "Cuando se trata de servir a la comunidad; sólo existe una sola ideología el amor y el respeto que sentimos por nuestro Torreón. Nuestra ciudad recientemente pasó por días difíciles, días de violencia. Hoy poco a poco la paz ha vuelto, pero la gran asignatura pendiente es la competitividad. Sólo unidos, todos, como en el pasado. Torreón podrá volver a ser la ciudad dinámica que no hace mucho fue".
También la iniciativa privada ya se manifestó a favor de sumar esfuerzos para recuperar la calidad de vida en nuestra región. Al respecto Carlos Fernández, presidente de Fomec, dijo que "la competitividad implica sumar esfuerzos, es momento de sumar".
Al ser una zona metropolitana es indispensable la voluntad y participación de ambos gobiernos estatales, las autoridades municipales y la academia.
No podemos perder de vista que una ciudad competitiva es aquella que tiene la capacidad de crear un entorno económico social, tecnológico ambiental e institucional propicio, que impulse mejoras en la regulación, promoción de redes de cooperación entre empresas, planeación estratégica, donde además se promueva un desarrollo sustentable.
En Torreón ya se esbozan, al menos, discursos que llaman a la unidad, en contraste en La Laguna de Durango las reacciones ante el informe del Imco han sido muy tibias, por decir lo menos. Elevar los estándares de la región es responsabilidad de todos, ahora el llamado de unidad que han hecho sentir diferentes voces se debe llevar a la acción porque finalmente competitividad es cooperación.
Twitter:@lharanda
