El arte y la historia. El artista lagunero Gerardo Beuchot realizó un mural sobre la vida en el Rancho del Torreón, la obra se muestra en el Museo del Algodón.
Las raíces de Torreón van más allá de 1907, año en el que finalmente se decretó que la población debería ser considerada como ciudad.
El impulso de personajes como Leonardo Zuloaga, Andrés Eppen o la familia Sánchez-Navarro fueron las primeras muestras de trabajo y constancia que luego detonarían el desarollo de Torreón.
Para entender el inicio de lo que hoy comprende el municipio de Torreón hay que remontarse hasta inicios del Siglo XIX, el Marquesado de Aguayo contaba con el dominio de toda la zona de Santa María de las Parras que comprendía desde el Nazas hasta algunas áreas de Zacatecas.
El Marquesado trabajó bajo sistemas de explotación de tierras y ganadería durante todo el virreinato, resistiendo cambios sociales y políticos como la lucha por la Independencia e incluso la llegada del primer imperio mexicano con Agustín de Iturbide.
Sin embargo, al concretarse el proyecto de la república en el país, luego del año 1824, las tierras tuvieron que ser vendidas a la familia Sánchez Navarro, que en su mayoría eran originarios de Monclova y se disponían a establecerse en la región ante la oportunidad de un nuevo comienzo.
Con el paso de los años los Sánchez Navarro fueron dejando a sus nuevas generaciones a cargo de las tierras, proceso que finalmente terminó con los hermanos Jacobo y Carlos Sánchez, quienes vendieron todo el patrimonio familiar hacia el año de 1843.
Los compradores de las propiedades serían claves para la historia de Torreón, se trataba de Juan Ignacio Jiménez y Leonardo Zuloaga.
El señor Zuloaga era español, nació en el país Vasco y había llegado a México unos veinte años antes, se estableció en Saltillo y luego se casó con Luisa Ibarra, quien pertenecía a la familia propietaria de la Hacienda de San Lorenzo de las Parras.
Algunos historiadores como Eduardo Guerra detallaron que Luisa Ibarra contaba con lazos que inevitablemente llevaron al señor Zuloaga a las tierras de los Sánchez Navarro.
La sociedad Zuloaga-Jiménez pronto comenzó a dar destellos de progreso en toda la zona, se realizaron modificaciones importantes en los sistemas de distribución de agua, principalmente con las construcciones de presas para abastecer los cultivos con las aguas del Nazas.
En lo que hoy es Torreón se edificó la presa del Coyote hacia 1849, el hecho de inmediato trajo beneficios para la dinámica económica y social de toda el área.
En 1850 don Leonardo Zuloaga pidió que se construyera una torre de vigilancia tipo "torreón" en los márgenes del Nazas (actual sitio del Museo del algodón), a su alrededor pronto se establecieron algunos jacales, negocios y hasta colonos, que pronto se ganaron el nombre de El Rancho del Torreón.
En 1852 la hacienda se dividió oficialmente entre Jiménez y Zuloaga, del lado de Coahuila quedó establecida oficialmente la Hacienda del Torreón.
El éxito y prosperidad de los Zuloaga encontraron su mayor obstáculo con la llegada de la década de 1860, los problemas con campesinos de Matamoros, el estallido de la Guerra de Reforma y su estado de salud pronto lo llevaron a una gran presión física y su posterior muerte.
"El Torreón... objeto de todos mis desvelos y que quiero tanto, más cuanto que yo... lo he formado desde sus cimientos", es una de las citas que se le atribuyen a don Leonardo en sus últimos días de vida.
EPPEN Y EL CAMINO A LA VILLA DEL TORREÓN
La viuda de Zuloaga administró la hacienda con el paso de los años, incluso recurrió al apoyo de don Andrés Eppen en 1879, quien para la fecha era catalogado como un "uno de los mejores administradores agrícolas" en la región.
Eppen impulsa el resurgimiento del rancho y se vuele clave para la llegada del ferrocarril en el año de 1883, en adelante la dinámica social y económica de los pobladores de los alrededores de la hacienda cambió por completo.
Andrés Eppen también es responsable de contactar con el ingeniero Federico Wulff, quien se encarga del diseño de las primeras manzanas y calles de la zona, que comenzó a ser vendida por secciones desde 1888.
El aumento de la población, los intercambios económicos y hasta culturales llevaron a que en 1893 las autoridades estatales elevaran a Torreón al rango de "villa".
"El XXII Congreso Constitucional del Estado de Coahuila decreta: Número 520. Artículo Primero.- Se erige en Villa, con la denominación de "El Torreón", ubicada en el municipio de Matamoros de La Laguna", dictaba el decreto de las autoridades en septiembre de 1893.
Para 1898 se funda la compañía que otorgó vida al tranvía eléctrico de Lerdo a Torreón, el primer transporte metropolitano de la región.
Presidencia municipal, Plaza de Armas, mercados, bancos, empresas de textiles, restaurantes y servicios públicos pronto dieron forma a la creciente Villa del Torreón, nuevos pobladores de otros estados de la república y hasta del extranjero (Alemania, España, Líbano, China, Francia, Estados Unidos, etc.) enriquecieron la actividad cultural y económica de esta nueva sociedad.
Para 1900 el crecimiento de la actividad social era evidente, aunque tuvieron que pasar siete años más para que los habitantes de la Villa del Torreón lograran que se concretara el rango de municipio.
El 15 de septiembre de 1907 Torreón dejaba de ser parte de Matamoros y se convertía oficialmente en ciudad, su primer alcalde sería el señor Rafael Aldape Quiroz.
A partir de entonces la historia de Torreón se ha ido escribiendo con toda clase de capítulos.
AÑO
Inicia la era dorada del Rancho del Torreón
"VILLA"
En ese año Torreón fue elevado a una villa
NUEVA ERA
En ese año Torreón se convirtió en una ciudad
Historia
Una historia de esfuerzo.
⇒ El Rancho del Torreón nació con el impulso y la visión de don Leonardo Zuloaga.
⇒ La erección a Villa del Torreón tuvo participaciones clave, como las de Andrés Eppen y Federico Wulff.
⇒ Para 1907 Torreón era ya una ciudad con industrias de toda clase, modernos sistemas de transporte y gran actividad comercial.
