El expresidente de El Salvador, Francisco Flores, juzgado por presunta corrupción, fue trasladado de su residencia donde cumplía arresto domiciliario a una cárcel de la DAN de la Policía Nacional Civil (PNC). Esta acción ocurrió luego que la Cámara de lo Penal revocó la medida dictada por el juez Levis Orellana a favor del exmandatario (1999-2004). Bajo un dispositivo policial, Flores, acusado de haberse apropiado más de 15 millones de dólares proveniente de donativos de Taiwán, salió de su casa acompañado del subdirector de la PNC, Hawar Coto, y un contingente de agentes especiales. Con la mirada perdida, muy diferente a la imagen sonriente que mostró desde que inició este proceso en su contra, Flores salió con paso lento.