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'El FMI y el BM nos llevaron a la crisis'

BUSCAN QUE AMéRICA LATINA SOLVENTE LA CRISIS

En perspectiva. Patricia Vaca Narvaja, embajadora de Argentina en México.

En perspectiva. Patricia Vaca Narvaja, embajadora de Argentina en México.

AGENCIAS

A seis años de la quiebra de Lehman Brothers y a más de 13 años de la crisis económica en Argentina, la embajadora de ese país sudamericano en México, Patricia Vaca Narvaja, aseguró que los organismos internacionales deben democratizarse y pensar que el mundo ya no está en guerra fría ni es unipolar, sino que está conformado por una diversidad de naciones desarrolladas y emergentes.

En entrevista, afirmó que fueron el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) quienes, con sus "recetas" y "consejos", provocaron la "brutal crisis de 2001" que se vivió en Argentina, lo que terminó en endeudamiento, desempleo y pobreza.

Esas políticas no han podido sacar adelante a Estados Unidos y la Unión Europea, ni a otros países desarrollados, agrega, cuyas empresas operan en economías emergentes en búsqueda de solventar sus crisis y vender todos los productos, y a cambio de imponer barreras que impiden la entrada de la mercancía que exportan países emergentes.

→ ¿Cómo hacerle frente al momento de recuperación económica actual?

Frente a la situación actual, Argentina cree que la forma de salir de esta falta de crecimiento es con políticas contracíclicas, que son todo lo contrario de lo que vienen sosteniendo en Europa, en donde hay políticas que se basan en ajustes y reducción de gastos del Estado, en lugar de invertir.

Esto no les significa ni crecimiento ni mejora en lo absoluto, y por eso ahora el FMI y el G20 consideran que hay que poner políticas más activas para el desarrollo y crecimiento. Se están dando cuenta que las recetas que tenían con antelación no dan los resultados que ellos querían, y ahora promueven desde el G20, antes reacios a estas políticas, incentivar más políticas activas y la intervención del Estado para promover más desarrollo y crecimiento.

Vemos en América Latina que hay muchas empresas extranjeras de países desarrollados que operan en economías emergentes porque quieren que solventemos su crisis con políticas de libre mercado. Esto significa que tenemos que comprarles todo lo que ellos hacen y, si bien dicen que tienen abierto su mercado, hay barreras que impiden que nuestros productos lleguen.

No estamos dispuestos a financiar y solventar la crisis de los países centrales a costa de la desindustrialización y de la problemática económica que genera en sus países. Deberían trabajar más para que su población tenga más empleo y mayor pago. Eso le da posibilidad de subir el consumo y, si hay más consumo, habrá más producción y habrá más plata. Eso debería ocurrir, pero no lo están haciendo.

A partir de la crisis de Argentina, ¿qué tan positiva o desfavorable fue la actuación del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional? ¿Qué tan necesarias son esas instituciones o qué se tiene que hacer para renovarlas?

A nivel internacional se ha visto la necesidad de adecuar y democratizar a los organismos multilaterales, que den cuenta de la nueva realidad actual, que ya no es unipolar ni de guerra fría, sino que es multipolar y cada vez hay más expresiones de bloques y regiones con mucha mayor presencia y actividad. Eso deberían expresarlo los organismos multilaterales.

Por otro lado, que las políticas que venían como consejos o, más que ello, con programas concretos del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial nos llevaron a la crisis brutal del 2001.

El resultado fue el sobreendeudamiento, desocupación y crecimiento de la pobreza. Fue tremendo lo que significó seguir a pie juntillas esos programas y propuestas del Fondo Monetario y del Banco Mundial.

A partir de que Néstor Kirchner toma la decisión de seguir con un modelo económico propio, de inclusión social en el que se crezca y se distribuya el crecimiento entre la población, tomamos la decisión de pagar toda la deuda con el FMI de una sola vez, 10 mil millones de pesos.

Y eso significó la no injerencia de esos organismos en las políticas públicas, porque prestaban plata y decían: "esto tienen que hacer en política laboral, esto otro en la sanitaria, lo otro en educativa". Como había una dependencia brutal en el tema de la deuda, los gobiernos hacían lo que el FMI decía, y eso nos llevó a un colapso increíble.

El FMI planteó muchas ideas neoliberales como el mejor modelo, ¿qué modelo eligió Argentina para superar la crisis de 2001?

Cada país debe escoger un modelo de acuerdo con su realidad. Nuestro modelo es de crecimiento con inclusión social, que llegue a todos los sectores y con mayor distribución de los ingresos.

Argentina había tomado un papel, que le dio el entorno internacional, que se basó en una política de país agroexportador, servicios e industria, y punto. Pero dijimos: "tenemos un potencial muy grande", y por eso se revirtieron varias situaciones como el hecho de que se desinvirtió en sectores importantes, como el energético, como cuando estaba Repsol YPF.

Nosotros decimos que tenemos recursos naturales, energéticos, mineros, y eso no significa que debamos quedarnos como un país exportador de commodities. Queremos incorporar un mayor valor agregado a los productos, porque eso genera más empleo, desarrollo y crecimiento de la población.

Nuestro modelo es de crecimiento e industrialización; no es que vayamos a producir todo, pero sí en donde somos buenos y tenemos capacidad para hacerlo. Vamos a apoyar a las pequeñas y medianas empresas, que son las que dan más trabajo.

Tenemos empresas concentradas, monopólicas y oligopólicas que tienen mucho peso en la determinación de precios. Por eso se trabaja en la creación de más de 150 mil empresas pequeñas y medianas para que haya más competencia, y donde no hay competencia, se trabaja en modelos de desregulación para la actividad económica.

Se busca desarrollar un modelo productivo y se tomó la decisión de ser autosuficientes en materia energética, justo uno de los temas que llevó al gobierno argentino a tener la idea de retomar el control de Repsol YPF en 2011. Prácticamente todo el superávit comercial se utilizó para comprar energía, porque Repsol no acompañaba el crecimiento de Argentina, y a partir de que tomamos el control bajó la necesidad de importar energía porque aumentó la producción, aunque no al nivel que se podría porque se tiene mucho potencial en Vaca Muerta, una de las reservas más grandes del mundo.

→ ¿Implica cerrarse al libre comercio?

No, a nosotros nos parece que es excelente el libre comercio, pero que lo practiquen todos de manera honesta. Hay muchos países que se creen el adalid del libre comercio, pero luego de otra manera y por otras vías no permiten que circulen libremente los productos. Estados Unidos es uno de ellos, y en Europa también pasa.

Una cosa es decir y otra hacer; mientras no haya un libre comercio en el mundo, Argentina actuará con reciprocidad. Si quieres que deje entrar tus productos, también deja que entren los míos. De otra manera no se podría.

También creemos en una situación asimétrica, no puede ser un país enorme, como Estados Unidos, y otro pequeño, porque eso termina cualquier posibilidad de industrialización y de producción de las economías pequeñas. Entonces, es cuestión de equilibrio en las relaciones comerciales asimétricas.

Hay que ser partícipe del libre comercio, pero se debe cuidar que no vaya en menoscabo de la producción, de la industria y de cada uno de los países.

Después de la apertura indiscriminada de los años 90, Argentina terminó con sobreendeudamiento y terminó con 50% de las personas en pobreza, 25% de personas en desocupación y eso no es un buen resultado de las políticas neoliberales de la época de los 90. Eso significó la destrucción de la industria de Argentina, el cierre de todas las escuelas técnicas.

→ ¿Por eso ahora se justifica cobijar a las empresas argentinas para que se industrialicen?

Claro. Es defender nuestra industria, el empleo y la población.

→ ¿La expropiación de Repsol YPF dejó animadversión entre los inversionistas de España?

En Argentina tenemos empresas españolas como Telefónica. Lo de Repsol YPF terminó perfecto, se consensuó el monto de retribución por la decisión argentina, respaldada por una ley del Congreso de recuperar 51% de las acciones. Hay muchas empresas involucradas, las españolas y de muchos otros países.

En 2013 y 2014 se recibieron 5 mil millones de dólares para el sector energético. Hay inversión de Chevron, firmas de Indonesia, Rusia y otras partes del mundo, incluso a pesar del tema de los fondos buitre y de los que quieren crear un clima complicado en Argentina. Pero a veces las noticias dicen lo contrario, hay una campaña permanente para generar incertidumbre, y todo esto lo trasladan a nivel internacional.

En los últimos años ha habido un bajo crecimiento en Latinoamérica. ¿Qué tanto se ha contagiado Argentina de esta situación?

En este último par de años ha habido problemas económicos, pero en años pasados no existía ello porque los países de América Latina tenían muy alto crecimiento. Los países desarrollados siguen en crisis. En 10 años, nosotros crecimos a tasas de casi 5.7%, duplicamos casi nuestro PIB. Pero no somos ajenos a la crisis global. Estados Unidos y Europa no terminan de salir, y Brasil está con un crecimiento casi de cero y eso afecta a casi todos los países y sobre todo cuando bajan las importaciones. Por eso Argentina apuesta al crecimiento del mercado interno.

→ ¿Cómo ha enfrentado Argentina la etapa poscrisis económica mundial?

Frente a la crisis internacional económica apostamos al desarrollo y sostenimiento de la economía, con el impulso al mercado interno. Se usaron políticas contracíclicas que favorecen al poder adquisitivo. Se aprobó hace poco una política para que las pensiones y las prestaciones de jubilación sean universales, porque había 465 mil adultos mayores que no habían podido tener su retiro, el cual se actualiza cada seis meses, es decir, dos veces al año se actualiza con base en los índices de ingreso de trabajadores, precios y tasa de crecimiento.

Duplicamos la clase media, se crearon 6 millones de puestos de trabajo; contra la informalidad tenemos una batalla fuerte, y gracias a ello se redujo el sector informal de 48% a 32%.

Se reestableció el Consejo Nacional del Salario Mínimo Vital y Móvil, que está formado por los empresarios, trabajadores y Estado. Ahí se discute el salario mínimo que regirá y, en caso de que no se pongan de acuerdo, el Estado actúa como mediador. Pero generalmente patrón y sindicato se ponen de acuerdo.

→ ¿Cuánto sube generalmente el salario?, ¿se hace con base en la inflación?

Un poco más, pero de lo que se trata es que se tenga poder adquisitivo. Se mide con base en qué se compra con un salario mínimo. Así que en función de la línea de movimiento de los precios, se da el incremento. Desde 2003, si tomamos la línea de inflación y crecimiento del salario, éste se encuentra por encima de 72%. Por ejemplo, si antes se podían comprar 150 kilos de un producto ahora se adquieren más de 200 kilos.

Lo que se compraba en 2003 es menor a lo que se compra ahora. Se trata de qué puedes comprar con el salario y no de cuánto ganas. En esa comparación, el poder adquisitivo está más alto de lo que se compró en 2003.

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