Formas en que tu cuerpo te pide descanso

Despertarse, arreglarse, trabajar, los hijos, la pareja. Suena a una rutina cansada, ¿cierto? En realidad para la mayoría de las personas lo es, no obstante pocas realizan algo al respecto para aliviar las tensiones generadas y que pueden ocasionar daños a la salud física y mental.

Lauren Imparato, consejera y colaboradora del Huffington Post propone una guía rápida de cinco puntos que te permiten identificar cuándo es momento de tomar un descanso.

El temido despertador

Si aborreces ese momento en que a tempranas horas de la mañana suena tu alarma, definitivamente necesitas relajarte. Si cualquier alarma a cualquier hora del día te pone de mal humor, el problema es más serio.

Poca tolerancia

No te importa quién ni cómo lo diga, no es lo correcto ni lo que quieres escuchar. Si te ocurre que estás en constante estado de irritabilidad y discutes aunque no tengas argumentos válidos, sigue leyendo.

Evitas lo que te gusta

Aquellas cosas en las que encontrabas placer empiezan a ponerse poco interesantes, el estrés y el cansancio pueden afectarte de tal manera que dejas de hacer o evitas las cosas que anteriormente te gustaban.

Problemas con la dieta

Bajas o subes de peso de manera desproporcionada y comse casi cualquier cosa que se te ponga enfrente sin importarte qué tan benéfica puede ser o no para tu salud. ¿Te ocurre? Continuemos.

Apatía

Gastas el tiempo navegando en la red sin buscar algo fijo o sin concentrarte en algo, cambias los canales del televisor sin interesarte en un programa en específico, evitas invitaciones de amigos o familiares.

Si has identificado que tu vida se parece a la anteriormente descrita, definitivamente necesitas un descanso, pero ¿de qué manera lograrlo? Imparato propone algunos consejos sencillos para darle un "break" a tu vida y retomarla con mayor entusiasmo.

Consejo uno: Estar "offline"

Despégate del ordenador por unos minutos, al menos dos horas antes de ir a dormir apágalo y desconéctate de tus aparatos móviles al menos ocho horas diarias.

Consejo dos: Aventúrate

Sal a algún lado a donde nunca has ido o que muy raras ocasiones frecuentas, camina por la ciudad y experimente, conoce gente nueva y busca ser desenvuelto con tus amigos.

Consejo tres: Reír

Es lo más sencillo y lo más barato. No te tomes las cosas como un peso, aprende a guiarte con sentido del humor y esto no significa que no se tomarán las cosas en serio, sino que debes aprender a sonreírle a la vida y reír y defender la felicidad pese a las situaciones adversas.

^AC