Naturaleza. El Río Sonora continúa su lucha natural por recuperarse del derrame tóxico.
El comisionado presidencial para atender la contingencia en Sonora por el derrame de tóxicos en dos ríos de la entidad, Alfonso Navarrete Prida, informó que hoy se expedirán los primeros cheques a personas afectadas en su salud.
Entrevistado en el marco de la inauguración de los trabajos del Congreso del Sindicato de Telefonistas, el funcionario federal indicó que una vez que los expertos definieron quiénes presentan afectaciones, se les indemnizará.
"Se darán los primeros cheques a las personas por daños gástricos y a la piel, y continuarán los estudios epidemiológicos para saber los daños a mediano y largo plazos por tratarse de metales", precisó.
El titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) detalló que ayer la empresa deberá entregar el estudio y el compromiso por escrito con la población de que no volverá a haber derrames por obras de la naturaleza o humana.
Informó que la comisión presidencial dará a conocer que ya hay una red hidráulica de agua potable para los 25 mil afectados de los siete municipios, alrededor de 11 potabilizadoras y el cambio de los tinacos de las 58 escuelas ahí asentadas.
Agregó que ayer miércoles también deberá estar listo el estudio sobre parcelas que resultaron afectadas y a más tardar mañana viernes proceder a realizar los pagos correspondientes a los pequeños propietarios o a los dueños de huertos familiares.
Navarrete Prida señaló que paralelamente continuará el dictamen con vocación productiva en la zona, para que a final de año se tomen las acciones conducentes para apoyar a la población en este rubro desde la federación y el estado.
De igual forma, manifestó que hoy se instalará un comité de presidentes municipales que ayudará al fideicomiso para captar demanda no vinculatoria y juntos todos los niveles de gobierno resolverlas.
El comisionado consideró importante aclarar que la parte de la Planta Buenavista del Cobre no fue la que generó el derrame, sino que provino de un área nueva que Grupo México pretendía ampliar y que presentaba fallas en válvulas y tuberías.
En este contexto, expuso que ningún trabajador de los mil 700 que prestan sus servicios en la planta resultó dañado, para fortuna general.
