Prospera
Me resulta increíble reconocer que en este “cuerno de la abundancia” llamado México existan cincuenta millones de pobres. Tal vez por que a muy pocos les tocó la “abundancia” y a muchos solo les tocó el “cuerno”. Hoy, el programa oportunidades, cambia de nombre a “prospera” y pretende hacer lo que el mismo programa, con el nombre anterior, no pudo lograr: acabar con la pobreza.
Sin pecar de visionario creo que la única manera de que esta gata revolcada que hoy nos presentan dé resultados, es dándole un giro total para que, esos pobres, se apropien, por sus medios, de los recursos que permitan satisfacer la necesidades de ellos y sus familias. La clave está en la generación de empleos, pero no de los que ahora se están ofreciendo, sin una permanencia garantizada, con un sueldo muy bajo y pocas prestaciones que en mucho, ante la desesperación, los obliga a tener que hacer otros trabajos hasta de manera empírica, para ajustar lo que requieren. Los tres niveles de gobierno se jactan de vociferar a los cuatro vientos la generación de empleos pero no es la generación de empleos lo que da la oportunidad de prosperar sino un mejor salario. Los mexicanos no queremos que nos den el pez sino que nos enseñen a pescarlo porque estar a expensas de aquél que da, con dinero de nuestros impuestos, para luego cobrarlo con votos, se llama chantaje. El círculo vicioso de ¿qué me das y qué te doy?. “PROSPERA” no debe avocarse a dar sino a generar las oportunidades de acceder a mejor nivel de vida gracias a los ingresos del trabajador. Hace décadas en este país no existían esos programas, al menos con esos impresionantes presupuestos, pues la gente obtenía de su empleo lo necesario y solo trabajaba uno de la familia; hoy trabajan hasta los niños y las familias no avanzan; como que la fórmula del neo-liberalismo se aplicó para que los grandes emporios, mayormente en manos de familias llegadas de otros países, se enriquecieran y parece que la brújula de ahí no se ha movido. Les dieron micro casas de INFONAVIT que ahora lucen abandonadas porque no les garantizaron sus empleos; les dieron Seguro Social en donde se encuentran con falta de medicamentos y pocos médicos; les dieron micro empresas pero con salarios mínimos, luego les crean el programa OPORTUNIDADES para ayudar en lo económico a la familia; el seguro popular para la atención médica; les crearon cooperativas y no hallan dónde vender sus productos y si se los compran (los grandes capitales) se los pagan mal. ¿Para qué invertir tanto en lo mismo? Abóquense a legislar por un mejor salario; renuncien a sus vie...viajes que tanto nos cuestan, a sus lujos pagados con dinero del erario, a sus excesos que tanto dañan a este cuerno y todo ello inviertan en generar más empleos mejor remunerados. Diversifiquen las opciones pues en los últimos siete sexenios las cosas han ido de mal a peor. Pero nadie podrá hablar y reconocer la pobreza si no ha vivido en ella. Es el caso de muchos legisladores que solo la han visto de visita o en fotos; no puedes saber cómo te queda el traje si nunca te lo has puesto. Pero, siempre hay un pero, cómo se pueden generar más empleos si Hacienda no perdona ni un peso, (bueno a los de la ”abundancia si), si se crean leyes por la desaparición de personas, si el IMSS como perro de caza está sobre los patrones, si los créditos son caros, si los mercados se ciñen a las normas de compra de los más poderosos, etc. Esto, esto es algo que el sistema actual de gobierno tendría qué revisar y entonces sí podremos decir que los mexicanos tenemos un “cuerno de la abundancia” en donde todos sintamos esa abundancia y no solo nos toque, de por vida “enterrar el cuerno”.
Miguel Gerardo Rivera
Gómez Palacio, Dgo.
