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Recuerdos del Ayer

Sergio Luis Rosas

En un acto de elemental justicia, el Cabildo de Torreón entregó anteayer lunes en solemne sesión la medalla de oro post mortem al Lic. Miguel Ángel Ruelas Talamantes, recién fallecido, quien a partir de la fecha es Ciudadano Distinguido de Torreón, su ciudad adoptiva, a la que amó entrañablemente y ayudó en gran forma desde su trinchera en El Siglo de Torreón.

A la edad de ocho años llegó a Torreón procedente de su natal Miguel Auza, Zacatecas, para forjar su propio destino a base de grandes esfuerzos y sacrificios, logrando todo lo que se proponía.

Su amor por Torreón fue grande, siempre estaba atento al desarrollo de esta ciudad en sus diferentes aspectos, le preocupaban los problemas de vialidad, la inseguridad, el abandono que fue sufriendo el primer cuadro de Torreón con el paso de los años, por ello luchó por la reactivación de la avenida Morelos y la construcción de un estacionamiento subterráneo en la Plaza de Armas, idea que aún persiste.

En lo deportivo fue uno de los promotores principales en la construcción del nuevo Estadio Corona y del Territorio Santos Modelo. Cuando el futbol profesional regresó a la Comarca Lagunera participó activamente en el rescate del entonces Estadio Moctezuma para convertirlo en la "Casa del Dolor Ajeno''. Su más reciente intervención fue en lograr la creación de la Galería del Deporte Lagunero (Gadel).

No debemos olvidar que el Lic. Ruelas junto con don Alfonso Esparza fueron factores importantes para lograr la construcción del Auditorio Municipal de Torreón en 1969, incluso participaron en el diseño arquitectónico de este inmueble.

Desde la gerencia de El Siglo de Torreón implementó en 1990 una Sección de Reportajes Especiales en forma conjunta con Ángel Esparza y René de la Torre, en ese entonces Jefe de Redacción y Jefe de Información, respectivamente. Esta sección apareció durante varios años el viernes de cada semana y abordaba los problemas que aquejaban a Torreón y a la Comarca Lagunera.

En ese entonces los puestos de venta de alimentos del Mercado Alianza estaban en pésimas condiciones, en su mayoría eran de madera con instalaciones eléctricas de alto riesgo y condiciones sanitarias antihigiénicas. Se publicó un reportaje al respecto y la reacción de los locatarios fue de protesta y organizaron una marcha de inconformidad hacia El Siglo de Torreón.

El licenciado Ruelas atendió personalmente a los inconformes y acordó reunirse con ellos al día siguiente en la Alianza para encontrar una solución a la problemática que confrontaban. En esa reunión surgió la propuesta de renovar los puestos, encontrando eco en las autoridades municipales para satisfacer la demanda de los locatarios, quienes meses después contaban con nuevos y funcionales locales.

En agosto de 1991 la Presa Gral. Lázaro Cárdenas del Río, mejor conocida como "El Palmito'', registró uno de los almacenamientos más altos de su historia y el vertedor de demasías estaba fracturado, lo cual representaba un riesgo. El licenciado Ruelas y Ángel Esparza formaron un grupo de reporteros para viajar a "El Palmito'' y hacer un recorrido detallado por esa presa y constatar el estado de sus instalaciones y almacenaje.

Viajar hasta "El Palmito'' era una verdadera odisea, pues la carretera de Mapimí al 120 estaba en desastrosas condiciones, era intransitable. Del 120 a "El Palmito" era un camino de terracería lleno de abras y curvas peligrosas, por lo cual era difícil y arriesgado llegar a esa población. Fueron dos días de trabajo intenso, se verificó el estado de las instalaciones de la presa, las cuales no estaban al cien por ciento, fueron entrevistados los pescadores y habitantes del lugar para conocer sus necesidades.

De esa visita a la Presa Gral. Lázaro Cárdenas surgieron una serie de reportajes especiales que pusieron al descubierto el olvido en que el Gobierno del Estado de Durango y las autoridades federales tenían a la región del "Palmito'' y poblaciones circunvecinas. El 9 de agosto de ese año la punta del agua llegó a la zona conurbada, pues la presa había sido liberada días antes, en lo que sería una de las avenidas más largas del Río Nazas, la cual concluyó hasta marzo de 1992.

Las Tres Ciudades Hermanas quedaron prácticamente incomunicadas, el puente "plateado'' y su compañero eran insuficientes para el paso vehicular entre Torreón y Gómez Palacio, pues en ese entonces no existían los puentes Miguel Ramos Arizpe y Guadalupe Victoria, que actualmente comunican a ambas ciudades, ni el puente Solidaridad del periférico Raúl López Sánchez, los tres en mención fueron construidos después de la avenida.

Las denuncias hechas por El Siglo de Torreón a través de reportajes y notas diarias, obligó la presencia del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari en La Laguna para tomar cartas en el asunto, una de sus primeras acciones fue la construcción del tramo de la autopista Gómez Palacio-Jiménez, la ayuda y atención a los damnificados de Francisco I. Madero y San Pedro de las Colonias, Coahuila, poblaciones que resultaron afectadas y que habían quedado incomunicadas por la avenida del Río Nazas.

Para llegar a San Pedro había que hacer un rodeo hasta La Cuchilla y antes de llegar a San Pedro, en el ejido San Miguel de ese municipio, la gente debía abordar el célebre anfibio que contrató el gobierno de Coahuila para facilitar la transportación de los sampetrinos a sus hogares, ya que por carretera era imposible llegar a esa ciudad.

Los reporteros de esta casa editora fueron desplegados por todas las poblaciones afectadas por la avenida del Nazas durante los siete meses que duró. Fruto de ese trabajo conjunto, coordinado por el Lic. Miguel Ángel Ruelas desde la gerencia, El Siglo de Torreón consiguió el Premio Nacional de Periodismo 1992 bajo la dirección de don Antonio de Juambelz y Bracho, el segundo en su historia y más reciente.

Otro fruto importante de la tarea emprendida por el Lic. Ruelas fue la construcción de la carretera a "El Palmito", en la que El Siglo de Torreón puso un empeño especial dentro de su programa de propuestas en beneficio de la comunidad lagunera, logrando que esta vía de comunicación fuera inaugurada a fines de 1992.

Sería largo enumerar las obras que realizó en vida el Lic. Miguel Ángel Ruelas en beneficio de Torreón y de la Comarca Lagunera, por ello su designación post mortem como Ciudadano Distinguido es justa y merecida.

¡Hasta la próxima!

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