Cultura

Las Palabras Tienen la Palabra

Se habla de zapatos y otras cosas

Juan Recaredo

Se habla de zapatos y otras cosas

Todos, tarde o temprano, en alguna actividad, metemos el choclo que es una manera de decir que metemos la pata, dicho así nada más por darle un poco de variedad a la expresión.

Antes se podía diferenciar con toda facilidad el choclo porque era un zapato que cubría solamente el pie y tenía cintas o agujetas para cerrarlo, en contraposición con la bota, que independientemente de que usara agujetas o no, cubre el pie y una parte de la pierna… también estaba en contraposición con el mocasín, porque éste no cubre el pie totalmente y no lleva agujetas. Es sólo “de metedera” o sea que permite ahorrarse el esfuerzo de agacharse a amarrar los cordones.

Si queremos seguir con el tema zapatero, vale la pena decir que además, hay el tipo de zapato que no alcanza a ser un zapato de verdad sino que se queda en pantufla… suave y acolchonada pantufla que algunos erróneamente han llamado pantunfla y que se convierte en una especie de chifladura cuando toma la forma de un perrito, de un “mickey mouse” o de una pata de avestruz.

La palabra choclo procede del latín que era cierto tipo de calzado y da también lugar a vocablos como zueco que es un choclo de madera, “zoclo” que es como “el zapato o la base de una pared” y “zócalo” que es el cuerpo inferior de un edificio.

Hay algunas teorías -que yo comparto- que éste también es el discutido origen de la palabra soccer que es como se diferencia el futbol en contraposición con el que llamamos futbol americano.

Ahora vamos con la otra palabra que inquieta a mucha gente: la palabra dioquis. Me preguntan ¿existe?, ¿cómo se escribe?, ¿qué significa?

Bueno, es un modismo por lo tanto no aparece en el Diccionario de la Lengua Española, pero está tan difundido su uso que no dude usted que muy pronto será acreditado.

¿Y de dónde proviene? Pues es una locución de origen árabe que nos remite a la palabra “oque” que esa sí es española aunque para nosotros acá en México es prácticamente desconocida porque es del español antiguo. Significa “retribución o propina”. Entonces hacer una cosa “de oque” es hacerla “por la propina” o sea “por lo que sea su voluntad” y eso es como decir. Le hago este servicio gratuitamente, pero si usted me quiere dar algo, se lo agradeceré.

El paso de “de oque” a “deoque” es lógico y fácil de entender y de ahí a “dioquis” tampoco es muy extraño. Luego se cree que se le agrega la terminación porque se asocia con la palabra “gratis”.

PREGUNTA DEL PÚBLICO:

Las siguientes preguntas tal vez no sean tan “intelectuales o académicas”, pero forman parte de nuestras costumbres al hablar: ¿Por que el término “joto” o el número 41 se asocia a los homosexuales? Arturo Lugo.

RESPUESTA:

Con respecto al origen de la palabra joto hay varias versiones. Una dice que se les llama así porque los homosexuales en la Cárcel de Lecumberri de la Ciudad de México eran confinados en la Crujía J. En tiempos de Don Porfirio hubo un sonado caso en que se sorprendió a un grupo numeroso de homosexuales en un festejo. Eran 41 homosexuales y algunos de ellos eran hijos de altos funcionarios del gobierno. A partir de entonces decirle a alguien “eres de los 41” es igual que decirle “eres homosexual”.

Frase para terminar: En estos tiempos se necesita mucho ingenio para cometer un pecado original.¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.

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