Ocho jóvenes fueron acribillados hoy por presuntos sicarios, mientras dos más se debaten entre la vida y la muerte en un hospital de Chamelecón, en la periferia de la norteña ciudad hondureña de San Pedro Sula, dijeron autoridades.
El ataque en San Pedro Sula, una de las urbes más violentas del mundo, fue perpetrado por hombres fuertemente armados que llegaron a Chamelecón, en la ribera del río de igual nombre que cruza ese lugar.
Los sospechosos sacaron de varias viviendas uno por uno a los adolescentes y los hicieron colocarse en fila antes de dispararles, dijeron sus familiares citados por emisoras locales.
No se detalló la edad de las víctimas, pero según sus familias, no eran miembros de pandillas y muchos de ellos asistían a iglesias.
Honduras es considerado por Naciones Unidas como el país más violento del mundo con una tasa de homicidios de 86 por cada 100 mil habitantes.