Segunda y última parte
Miserable el que se resigne a vivir degradado, porque no conseguirá ni la paz humillante del esclavo. General Mariano Escobedo, 12 abril 1865.
El 4 de septiembre de 1864, el general José María Patoni Sánchez, comunica por carta desde la hacienda de La Goma, al Presidente Juárez, quien ya se encontraba en Santa Rosa de Lima, que en Cuencamé ya se hallaban 400 franceses "…quizá traten de reunirse en la Pedriceña con los 300 y pico que se hallan en Nazas, por lo cual creo conveniente ir a esperarlos en una buena posición que hay en el Cañón; en mi concepto sería muy acertado que las infanterías que residen en ésa (Santa Rosa) comenzaran luego a moverse para esta hacienda, a fin de ver si conseguimos batir en detalle a los expresados franceses; éstos, no obstante, pueden tomar otra dirección para salir a Picardías..." además agrega: "Pensaba ir mañana a ver a usted, pero la noticia referida hace mi presencia necesaria en este punto". Con este último comentario, se demuestra que el general Patoni, no estuvo en la reunión realizada en Santa Rosa, la noche del 4 de septiembre, como se afirma en algunas fuentes, y en la cual fue creado el Cuerpo del Ejército de Occidente.
En la reunión de ministros y comandantes realizada en la hacienda Santa Rosa, se analizó la forma de reorganizar las fuerzas republicanas en el norte, y como enfrentar de manera efectiva la amenaza que significaba el despliegue de las fuerzas invasoras y, a juzgar por los acuerdos tomados, es de suponerse que la temática de la discusión giró en torno a la propuesta al presidente Juárez, que el general Patoni hiciera por carta el 26 de agosto anterior: "…Usted dispondrá de la manera que crea más conveniente, un ataque combinado de las fuerzas que vienen con usted y de éstas".
La decisión de crear el Primer Cuerpo del Ejército de Occidente, quedó plasmada así: "Santa Rosa, septiembre 4 de 1864. Ciudadano Gral. de división Jesús González Ortega, en Jefe del primer cuerpo de Ejército de Occidente. Presente
Habiendo determinado el ciudadano Presidente de la República, nombrar a usted general en jefe del primer cuerpo de ejército de occidente y segundo en jefe al ciudadano Gral. Patoni, confiriendo a usted las amplias facultades que le comunico en otro oficio de esta fecha, respecto de los estados de Aguascalientes, Zacatecas y San Luis Potosí, ha tenido a bien acordar al mismo tiempo en junta de ministros, que además de formar parte de dicho cuerpo de ejército las fuerzas del ciudadano Gral. Patoni, queden subordinadas a la autoridad de usted las facultades conferidas a aquél en los estados de Durango y Chihuahua y en el distrito de Parras del estado de Coahuila y que, en consecuencia, sin perjuicio de continuar ejerciendo sus facultades el ciudadano Gral. Patoni, podrá usted disponer por conducto del mismo o de un modo directo en los casos tan urgentes que no permitan valerse de su conducto, lo que considere usted necesario en materias de guerra o hacienda respecto de los estados de Durango y Chihuahua y del Distrito de Parras; puesto que en la formación de este cuerpo de ejército y en el nombramiento de usted para general en jefe y del ciudadano Gral. Patoni para segundo en jefe, el ciudadano presidente ha tenido el muy importante objeto de que haya unidad de mando y dirección en las operaciones militares, a fin de aprovechar mejor las fuerzas y los elementos de guerra de los estados de Zacatecas, Aguascalientes, San Luis Potosí, Durango, Chihuahua y distrito de Parras, para sostener la guerra en defensa de nuestra independencia e instituciones. Independencia, Libertad y Reforma, Santa Rosa, septiembre 4 de 1864. (Sebastián) Lerdo de Tejada"
Como subalternos de González Ortega y Patoni, quedaron nombrados los generales Francisco Alcalde, Antonio Carbajal, Manuel Quezada y Pablo M. Zamacona. El número de elementos que integraron el nuevo cuerpo del ejército, lo describe Sebastián Lerdo de Tejada, desde Chihuahua, en carta enviada el 16 de octubre a don Matías Romero, que se encontraba en Washington:
"El señor presidente permaneció unos días en Viesca y otros en la hacienda de Santa Rosa, primer punto que tocamos del estado de Durango, para arreglar la organización que se hizo del cuerpo de ejército de occidente, que quedó compuesto de un poco más de tres mil hombres, con 18 piezas de batalla y 10 de montaña… Como algunas de las jornadas posteriores fueron por caminos en que había grande escasez de víveres y pasturas, se sufrió ya alguna deserción que subió al total de cosa de 600 hombres, hasta la llegada a Santa Rosa…En ese punto (Santa Rosa), uniéndose a las fuerzas que venían con el gobierno, las del Sr. Gral. Patoni, en número de 700 a 800 hombres, se formó dicho cuerpo de ejército con algo más de tres mil, quedando el señor presidente con una sección de 250 hombres, formada con un cuerpo de infantería de 220 y un piquete de caballería".
En su carta del 22 de septiembre a Matías Romero, el Presidente de la República le informa que además de Valente Baz, le acompañan en Santa Rosa, "…los paisanos Ruiz, Sánchez, Posada, Zárate, Goytia y Pancho Díaz, mi ayudante… Vienen, también: Prieto, Balcárcel, Contreras, Elizalde, Burgos y los ministros Lerdo, Iglesias y Negrete…"
El día 5 de septiembre, Benito Juárez recibe en Santa Rosa tres importantes comunicados. El primero de ellos, enviado desde La Goma (Lerdo) por el general Patoni, donde le informa que los 400 franceses ubicados en Cuencamé, ya están en coordinación con otra cantidad igual de Nazas, y que seguramente, arribarían a la Noria Pedriceña, por lo que le solicita: "…las infanterías para tenerlas más inmediatas en caso ofrecido y puedan auxiliarme". El segundo, enviado también desde La Goma por el mayor general José María Gómez, subalterno de Patoni, refleja la valentía y el patriotismo de la población de Nazas, que no soportó la presencia del invasor en su suelo y se rebela: "… anteanoche (día 3) hubo una sublevación en el pueblo de la villa de Nazas contra los franceses, de lo que resultaron tres muertos y algunos heridos graves".
En la tercera misiva recibida, por primera vez el general Patoni, le informa que esa tarde se encontrará con él en la hacienda de Santa Rosa, para analizar las estrategias a seguir para enfrentar a los franceses: "Ahora que son las 12 del día he recibido una carta del jefe político de Nazas que me dirige del rancho de San Agustín, comunicándome que los franceses que ocupaban a Nazas en número de 240 infantes, 40 artilleros y 60 caballos, con dos piececitas chicas de montaña, se encuentran hoy en la Noria Pedriceña…Como creo indispensable verme con usted, esta tarde iré para conferenciar con usted verbalmente respecto a nuestras operaciones de guerra subsecuentes…"
El día 7 de septiembre, la República Itinerante saldría para siempre de la hacienda de Santa Rosa de Lima, con rumbo a Mapimí.
Ningún obstáculo frenaría el empuje de los patriotas republicanos en la defensa de la integridad del territorio y la independencia nacional. Juárez, convertido en ejemplo de integridad, esfuerzo y sacrificio, logró convertirse en el líder inspirador de confianza, porque mantuvo en alto la bandera de la unidad nacional, a pesar de todas las amarguras, traiciones, deslealtades y sufrimientos padecidos a lo largo y ancho de la nación.
La egregia figura y el ejemplo de Benito Juárez, estimuló a miles de mexicanos a servir a la Patria desde diferentes trincheras, convirtiéndose en un impulso moral arrollador para restaurar la república hollada por la bota del invasor, el imperio y los traidores. En todos los confines de país, seguirán resonando las sabias sentencias de Mariano Escobedo: "Yo los desmentiré y vosotros sostendréis mi negativa. Vengo para que probemos lo contrario: Habéis aprendido a ser libres, y ningún descendiente de reyes tiene derecho para inscribiros en el registro de sus esclavos" (Proclama del 12 abril de 1865). Juárez, el más universal de los mexicanos; heredero de la nobleza de Hidalgo y Morelos; arquitecto de la República, de sus leyes e instituciones; Benemérito de las Américas por mandato de los pueblos latinoamericanos, vivirá por siempre en el corazón y la conciencia del pueblo de México, y en las naciones del mundo. Dondequiera que se intente pisotear la dignidad nacional, seguirá como faro luminoso, guiando el sentido de la solidaridad universal el gran apotegma juarista "Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz" (Discurso 15 julio de 1867, al llegar a la capital).
La República Itinerante, representa una de las más grandes epopeyas realizadas, no sólo de nuestro país, sino además de la historia universal. Duró cuatro años y cuarenta y cinco días, y se recorrieron 7 600 kilómetros, en las condiciones más dolorosas y bajo la presión de la guerra contra el ejército más poderoso del mundo. Esta conflagración, provocó la muerte de más de 38 mil seres humanos.
Gómez Palacio, que ha sido el escenario de grandes hazañas en su existencia, no puede, sino mostrarse agradecido con aquellos que entregaron generosamente su vida, por lograr que las futuras generaciones contaran con una nación libre, democrática y más justa. A 150 años de la estancia de Benito Pablo Juárez García en la hacienda de Santa Rosa de Lima, orgullosamente los gomezpalatinos rendimos un merecido homenaje a todos los mexicanos que con su ejemplo y patriotismo se convirtieron en seres inmortales.
