Techos verdes

Se trata de tecnologías ecológicas que persiguen mejorar el hábitat y optimizar el consumo de energía en las edificaciones.

También conocido como azotea verde o cubierta ajardinada, responde al techo de un determinado edificio cubierto de manera total o parcial de vegetación.

Además de los beneficios que presentan, también hay que reflexionar sobre ciertos puntos a la hora de decantarnos por ellos, y es que los techos verdes representan mayores requisitos estructurales para los edificios, con especial atención cuando se trata de los intensivos.

Cabe recordar además, que algunos edificios ya existentes no pueden ser modificados puesto que no soportarían el peso de la capa de sustrato y vegetación, aunado a que los costos de mantenimiento pueden incrementarse en función del tipo de techo que elijamos, sin olvidar otro detalle de suma importancia como es el sistema de impermeabilización. En este sentido, es necesario hacer hincapié en que el hecho de instalar una adecuada capa impermeable y a prueba de raíces es de suma importancia para el correcto funcionamiento del sistema.

Los techos verdes modernos, colocados con objeto de mantener la vegetación en un medio de cultivo, se convierten en un fenómeno relativamente reciente. Pese a que los países escandinavos han hecho uso de los techos de pasto durante muchos siglos, la tendencia moderna, tuvo su inicio cuando Alemania desarrolló los primeros en la década de 1960. (Se calcula que alrededor del diez por ciento de los techos de Alemania son verdes).

Fueron cobrando popularidad en Europa y también en Estados Unidos aunque no con la misma fuerza. Países europeos como Suiza, Holanda, Hungría, Suecia y Reino Unido poseen asociaciones que fomentan el uso de los techos verdes.

CONSTRUCCIÓN

Las cubiertas ajardinadas incorporan bajo la tierra una lámina geotextil a fin de evitar filtraciones de arena que puedan obstruir los drenajes. Asimismo, busca impedir que las raíces de las plantas dañen y deterioren los elementos inferiores de la construcción. Además, suelen incorporar paneles de nódulos, que presentan relieves en forma de botón, dónde pueden depositar una pequeña cantidad de agua. Gracias a ello, las plantas consiguen acceder a esta reserva en temporadas de sequía. Bajo estas láminas, se halla el aislamiento térmico. Por lo general se trata de paneles rígidos con el fin de soportar el peso de la tierra y las plantas sin deformarse y la lámina impermeabilizante del propio edificio.

En un mundo en el que los edificios y el tránsito vehicular se han antepuesto a la vida de las personas afectando su salud y calidad de vida, uno se pregunta qué papel pueden jugar los jardines en las vías y los patios ajardinados, y más concretamente, cual sería la función de los techos y fachadas ajardinadas, que es el tema que nos interesa. Expertos señalan, que se lograría la mejora del clima polucionado de las ciudades; el aire se purificaría y se reduciría de manera considerable los remolinos de polvo así como las variaciones de temperatura, sin olvidar los porcentajes de humedad que disminuirían.

VENTAJAS DE LOS TECHOS VERDES

Además de influir favorablemente en el microclima urbano, los techos verdes optimizan el aislamiento al interior de los edificios, evitando puentes y ganancias térmicas, además del aislamiento acústico. Sin olvidar que a largo plazo, son considerados más económicos que las cubiertas convencionales.

*Disminuyen las superficies pavimentadas.

*Producen oxígeno y absorben CO2

*Filtran las partículas de polvo y suciedad del aire y absorben las partículas nocivas

*Evitan los puentes térmicos en los techos.

*Disminuyen variaciones de humedad en el aire

*Reducen las variaciones de temperatura del ciclo día-noche

*Si su ejecución es la correcta, ofrecen una larga vida útil.

*Protegen de los intensos rayos solares del verano a las habitaciones ubicadas bajo el techo

*Reducen el pasaje de sonido del exterior

*Valen como incombustibles

*Absorben y aprovechan el agua de lluvia.

*Las plantas generan aromas agradables

INTENSIVOS, SEMI-INTENSIVOS O EXTENSIVOS

Los techos verdes pueden clasificarse en tres tipos; intensivos, semi-intensivos o extensivos, esto teniendo en cuenta factores como la profundidad del medio de cultivo y el grado de mantenimiento requerido.

Así, los jardines en los techos tradicionales, requieren un espesor de suelo considerable para cultivar plantas grandes y césped tradicional. (Se les considera intensivos, porque requieren una ardua y cuidadosa labor. Son de tipo parque, con fácil acceso y pueden incluir desde especias para la cocina a arbustos e inclusive árboles de tamaño pequeño).

Los techos extensivos, están diseñados para una atención más relajada; tal vez desmalezar una vez al año o una aplicación de abono de acción lenta para estimular el crecimiento.

Los techos horizontales con pendiente, cuyo declive reduce el riesgo de mal drenaje de agua, no obstante, presenta mayores problemas para mantener la humedad de la tierra.

EJEMPLOS A TENER EN CUENTA

La planta de Filtración de Moos cerca de Zurich es un edificio que forma parte de un complejo de tratamiento de agua. Fue en 1914, cuando la planta entró en funcionamiento, siendo su techo un espectacular prado, considerado uno de los más grandes y antiguos techos verdes de Suiza. Cubre una superficie de tres hectáreas y en este espacio crecen 175 especies de plantas. El interés de este edificio reside en la incorporación de cubiertas verdes con tendencia sostenible avant la lettre (mucho antes de que los alemanes lo introdujeran en la arquitectura moderna). Los arquitectos de principios de siglo XX desarrollaron este prado en altura, porque eran conocedores de que esto ayudaría a regular la temperatura del edificio sin necesidad de recurrir a medidas adicionales. El objetivo residía en mantener siempre fresco el ambiente del interior, mientras se desarrollaba el proceso de filtrado del agua procedente del lago Zurich a través de unos filtros de arena. Para su construcción se recurrió a la tierra de las granjas vecinas junto a una capa de arena y grava. Un siglo después, las dos capas se han mezclado sin afectar la impermeabilidad.

Y aludiendo a nuestro país, no podemos olvidar la azotea verde más grande de Latinoamérica. Ubicada al sur de la Ciudad de México, el edificio del Infonavit, cuenta con una azotea verde que supera los cinco mil metros cuadrados y con una inversión de ocho millones de pesos. Se trata de un experimento ecológico exitoso y ejemplar pensado para fomentar la conciencia ecológica entre sus trabajadores, así como del público en general.

Los profesionales responsables de dicho proyecto, recomendaron un sistema para impermeabilización de cubiertas, resistente a raíces y libre de mantenimiento: Para drenar, una membrana de polietileno de alta densidad que funciona como sistema de protector y de drenaje. Además, aseguraron que la azotea permitiría disminuir entre un diez y un quince por ciento la temperatura interior del edificio, reduciendo así el consumo de energía eléctrica.

Por lo tanto, y a manera de síntesis los techos ajardinados resultan económicos, ecológicos y estéticos; lo que influye de manera positiva en el buen estado de ánimo de las personas. Sin olvidar otra razón importante para su construcción y es la de combatir el efecto isla de calor. Los edificios tradicionales, absorben la radiación solar y después la emiten en forma de calor, haciendo que las ciudades tengan temperaturas por lo menos cuatro grados Celsius más altas que las zonas circundantes.

Las tecnologías usadas en los techos verdes permiten mejorar el hábitat o ahorrar consumo de energía. Es decir, se trata de tecnologías que cumplen una clara misión ecológica.

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