Sin freno, ni estrategia

Los operativos contra la trata de personas que realiza la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) en diversos establecimientos no combaten la explotación sexual de raíz, ya que jamás detienen a los líderes victimarios, sino a empleados y meseros, aseguró Víctor Núñez, miembro del Observatorio contra la Trata, en entrevista sobre un tema complicado socialmente.

"La sociedad contemporánea es mediática y consumista, en la tele vemos cómo se hacen operativos tras operativos contra la trata de personas, nos dicen que hubo tantas personas detenidas, pero finalmente a nadie se le consigna o quien es consignado es un mesero o el cadenero, pero no las cabezas", explicó.

Núñez mencionó que de acuerdo con la Oficina de Información pública de la PGJDF, en 2013 se realizaron 214 operativos en contra del delito, en los cuales se rescató a 269 víctimas y se detuvo a 185 personas.

Consideró que las autoridades podrían tener acceso a información que les permita realizar otras acciones mejor planeadas, "porque hasta parece que es azaroso su modo de actuar y no hacen operativos en hoteles de La Merced donde sabemos que existe explotación sexual".

En el Cuarto Informe del Observatorio contra la Trata de Personas con fines de Explotación Sexual del Distrito Federal, especialistas explican que dos de las reglas principales que los victimarios ponen a sus víctimas es que si hay un operativo y preguntan quién cobra en el lugar donde se realiza la explotación sexual, ellas tienen que decir que nadie y que no saben quién es el dueño del establecimiento.

Según el documento, la Dirección de Estadística de la presidencia del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF) registró que de diciembre del 2012 a noviembre de 2013, los delitos consignados en materia penal por el delito de trata de personas con fines de explotación sexual fueron 151: 126 con detenidos y 25 sin detenidos.

También explica que en 2013, hubo 30 sentencias: 27 condenatorias y 3 absolutorias.

 EL SISTEMA DE JUSTICIA

Desconfiar de las autoridades, el temor de ser lastimadas o que dañen a alguien de su familia y los prejuicios morales que predominan en la sociedad, hacen que las mujeres víctimas de explotación sexual no denuncien el ilícito.

A través del análisis de 12 sentencias, plasmadas en el Cuarto Informe, "identificamos determinadas prácticas culturales que invisibilizan esta violencia hacia las mujeres", mencionó Víctor Núñez.

En dichas sentencias, "pudimos ver que si una mujer que está en contextos de prostitución, va a un Ministerio Público para denunciar, difícilmente la van a atender por la existencia de prejuicios", aseveró.

Aunque reconoció que en los Ministerios Públicos hay una sobrecarga de trabajo, dijo que eso no justifica el trato que dan a las víctimas. "Hay quienes dicen que las mujeres que están en el comercio sexual están ahí porque quieren y es complicado romper con esas ideas tan arraigadas en la cultura mexicana", añadió.

Además de los prejuicios, la poca confianza depositada en las autoridades impide que las víctimas acudan a denunciar. "En una de las sentencias que pudimos analizar se relata cómo el explotador saluda a un agente de la Policía Judicial y esta clase de imágenes hace pensar a las víctimas que sí están coludidos con la policía y políticos, nada pueden hacer", comentó el especialista.

También hay quienes no denuncian porque las amenazan con hacerle daño a ellas o su familia porque saben dónde viven.

Víctor relató que otra sentencia que analizaron parte de un anuncio clasificado en un periódico donde ofrecían un trabajo de edecán en unos edificios: la mujer llama, le piden que lleve sus papeles, le preguntan cuántos hijos tiene y otros datos personales, argumentando que era para saber si tenía disponibilidad para el trabajo. La citan al día siguiente, cuando llega al lugar la encierran y un sujeto la viola; la amenaza, la golpea y la graba porque iba a vender el video como material pornográfico.

Luego de que abusan de ella le dan un sobre con dinero y le dicen que no haga nada y siga yendo porque tenían toda la información para hacerle daño.

"Bajo esa lógica, mucha gente pudo pasar por ahí y esos sujetos quedan impunes", dijo Núñez.

Mencionó que algunos vecinos declararon que al sitio siempre llegaban jóvenes y que en una ocasión vieron a una mujer semidesnuda pedir ayuda. Aclaró que ese caso tuvo sentencia porque la mujer trabajó como encargada de limpieza en una Agencia del MP y conocía a policías.

En esa ocasión, la mujer confió en un policía porque lo conocía, pero en este ilícito existen intereses políticos y económicos muy fuertes.

Núñez contó que en un caso de feminicidio, "llevan a la víctima a una fiesta privada para políticos, donde las drogan y bailan, pero como ella no quería acceder y sumarse a la fiesta, la golpearon hasta matarla y luego quemaron el cuerpo para que no pudieran identificarlo".

Víctor indicó que todos los casos que analizaron los abordó el TSJDF, pero la mayoría de las víctimas no son originarias del DF.

Esto se debe a que "la ciudad de México es un lugar de origen, tránsito, destino y retorno de personas en contexto de explotación sexual: si una persona que viene de Centroamérica o Sudamérica y quiere llegar a Estados Unidos debe pasar por el DF y cuando regresan también pasan por acá", manifestó.

Con base en las leyes vigentes, los jueces tomaron sus decisiones a partir de lo que les muestran, "pero si el Ministerio Público no integra bien la averiguación previa, difícilmente va a poder tener una información consistente, con pruebas totales para poder hacer un buen trabajo de juzgar", dijo el especialista.

Con el análisis de las 12 sentencias, mencionó, pudimos ver que los jueces utilizan principios muy automáticamente, pero a partir de la reforma de junio de 2011 en materia de derechos humanos, "nuestro sistema jurídico cambia radicalmente y eso implica que haya una mejor preparación de los jueces".

Luego del análisis determinaron que los impartidores de justicia "sí contaban con una preparación, pero muy focalizada en la parte de debido proceso, se ve que utilizan tratados internacionales; pero de las 12 sólo hubo dos que tenían buenas prácticas que utilizaban otros instrumentos internacionales de derechos humanos", explicó.

 "MODUS OPERANDI"

El enamoramiento y la seducción son la forma de enganchar a mujeres de entre 15 y 25 años de edad para explotarlas sexualmente, informó el integrante del Observatorio contra la Trata.

Explicó que los proxenetas les dicen que están muy guapas y las hacen sus novias. "Después de convencerla, la sacan de su entorno, la desarraigan y con estas ideas moralistas de que si no salen de sus casas casadas son unas perdidas, las mismas mujeres no sienten la confianza de poder regresar a sus hogares, prefieren seguir siendo explotadas y sometidas que regresar con su familia, porque eso no sólo significa haber desobedecido los cánones tradicionales, sino un fracaso", añadió.

Dijo que el desarraigo permite que funcione el sistema y que prevalezca la impunidad, porque las mujeres no tienen hacia dónde ir ni a quién acudir. Por esta razón una de las principales atenciones que necesitan las víctimas es atención psicológica-médica integral.

Enamorar a las chicas, hacerlas sus novias y pedirles una prueba de amor es el principal modo de operar de los tratantes de personas con fines de explotación sexual.

"Después de que tienen relaciones sexuales con ellas, las hacen suyas y luego piden que se acueste con alguien más como otra prueba de amor o les dicen que tienen una deuda y que necesitan dinero; tratan de crear un escenario para que ella no tenga más opción que acostarse con otro para ayudarlo", explicó.

De acuerdo con Núñez, desde los años 50 se empezó a crear el oficio de "padrote" en Tlaxcala y Puebla. Los hombres aprendieron a vestirse bien y a tener el verbo para enganchar a sus víctimas. "Los 'padrotes' ponen dinero para las fiestas del pueblo, tienen grandes casas, coches, son atentos y usan eso para convencerlas. En caso de que no las puedan engañar, recurren a la violencia física", apuntó.

El especialista explica que existen diversos tipos de violencia como la económica y psicológica, en las que se valen los explotadores.

Según Núñez, es más fácil entrar a ese sistema de explotación que salir de él, ya que las mujeres explotadas no cuentan con herramientas para dedicarse a otra cosa y terminan regresando a los círculos de explotación, ahora de manera voluntaria.

"Nosotros tenemos una postura abolicionista, es es irrenunciable y en eso somos irredustibles, queda claro, y esto implica que no concebimos la idea de trabajo sexual como una alternativa que las mujeres puedan tomar libremente, ya que existe una serie de factores estructurales, de condiciones de vulnerabilidad que permite que las personas se vuelvan víctimas del sistema proxeneta", finalizó.

Impulsan prevención en video

Con el apogeo de las redes sociales, los proxenetas encontraron una forma accesible para enganchar a mujeres jóvenes y explotarlas sexualmente.

"Por Internet pueden enganchar a diez mujeres a la vez y no les cuesta nada, no tienen que trasladarse a ningún sitio ni ponerle crédito al celular; a través de la computadora pueden poner una foto falsa y aparentar que tienen mucho dinero. El Internet les facilita el proceso", explicó Víctor Núñez, del Observatorio contra la Trata.

Con la finalidad de prevenir que las mujeres sean enganchadas a través de las redes sociales para ser explotadas sexualmente, el Observatorio Contra la Trata de Personas del Distrito Federal, la Comisión de Derechos Humanos local, el Centro de Estudios Sociales y Culturales Antonio Montesinos y otras organizaciones sociales promueven un video animado.

En dicha grabación se observa el momento en que una joven recibe la solicitud de amistad de un hombre que la "enamora" con falsas promesas.

Cuando ella accede a conocerlo, él la prostituye con diversos hombres y después la entrega a una proxeneta quien continúa explotándola sexualmente.

El video titulado "Trata vía Internet" se difunde en redes sociales; en YouTube tiene un total de 3 mil 855 reproducciones.

De acuerdo con especialistas, la trata de personas con fines de explotación sexual afecta principalmente a mujeres, niñas, así como a niños.

"Queremos dar un giro en prevención, por medio de una campaña con trípticos y encuestas sobre trata con fines de explotación sexual", indicó Núñez.