Las madres que trabajan fuera de casa en un puesto administrativo esperan que al regresar del período post parto, sus jefes, colegas y subordinados les den la bienvenida e incluso les demuestren algo de paciencia y ayuda en el trabajo al que regresan después de dar a luz. Desafortunadamente, eso sucede sólo en contadas ocasiones, por lo general, los jefes de la reciente madre no son suficientemente empáticos (sentimiento de participación afectiva de una persona hacia otra en la realidad que afecta a esta última) y las empresas como organización no proveen suficiente flexibilidad a la nueva madre. Por otra parte, si uno observa el comportamiento de los compañeros hacia la novel madre, nos podemos dar cuenta que las relaciones más difíciles de la empleada-madre al retornar a su trabajo habitual, son con sus propios iguales.
Hay varios consejos para dar a la nueva madre, respecto a cómo pedir a sus jefes más flexibilidad, pero no existen muchos consejos respecto a cómo lidiar con los iguales que se quedaron a cargo temporalmente, del trabajo que ejercía quien se ausentó de la oficina por maternidad y que no le querrán dar de regreso con facilidad las funciones que realizaba antes de irse.
Cuando la Srita. X, quien trabajaba en una empresa financiera, regresó a su trabajo habitual después del período post parto, su compañero que quedó a cargo, ya había desarrollado una relación muy cercana con los clientes clave, no sólo no le entregaba la información correspondiente sino que también demandaba quedarse a cargo de ellos de forma definitiva. La Srita. X consideró las opciones que tenía: confrontar a su compañero y exigirle que le devolviera su trabajo al cien por ciento o quejarse con su jefe.
Cuando finalmente se decidió a confrontarlo, él negaba estar haciendo algo incorrecto y alegaba estar haciendo lo mejor por el bien de la empresa. Inadvertidamente, la Srita. X había empeorado la situación mostrando a su compañero la ansiedad y la debilidad que ella sentía y eso podía ponerla a ella en una situación de desventaja. Finalmente decidió llevar el caso a su jefe, quien la apoyó para que todo regresara a la normalidad.
Cuando uno negocia con un rival poco confiable como el de la Srita. X o con cualquier otro compañero de trabajo que se quedó temporalmente en el puesto y que no está dispuesto a regresarlo, es muy importante manejar estratégicamente el regreso al puesto, empezando por lo que uno debe hacer antes de dejarlo temporalmente.
Uno debe de pensar primero en las propias metas a corto y mediano plazos y las propias necesidades del equipo de trabajo. Muchas veces, la ausencia por maternidad son una oportunidad para desarrollar a personas nuevas que se quedan a cargo o para identificar tareas que requieren que durante la ausencia del titular, algún externo las realice como outsourcing.
Antes de que la persona se ausente por maternidad, debe hablar claramente de esta situación con su jefe para discutir las expectativas y metas para cuando la persona regrese a su trabajo. El jefe puede ayudar a la persona que se va, explicándole al suplente que sólo está cubriendo temporalmente el puesto.
Inmediatamente antes de regresar al puesto, pedir al jefe y a los compañeros que le aclaren a quien regresa, si hubo algunos cambios en las funciones que venía desarrollando y actualizarse en el puesto de forma inmediata al reasumirlo y definir el tiempo necesario para retomar el puesto al cien por ciento. Antes de partir y al regresar al puesto, agradezca al suplente y a quienes colaboraron con él o ella para realizar con éxito el trabajo que usted hacía. La realidad es que quienes ayudaron y quien lo suple han tenido una carga extra de trabajo que desarrollar y muy pocas veces la empresa les reconoce ese esfuerzo, reconózcalos usted. Hágales saber que está agradecido con ellos y que está dispuesto a hacer el mismo esfuerzo o incluso uno mayor al que ellos hicieron por usted si así se requiriera.
Las medidas anteriores ayudarán a mitigar el conflicto antes de que éste empiece. Sin embargo, si al regresar hay un conflicto con algún compañero de trabajo, sopese los pros y contras de una confrontación directa. Planee cuidadosamente la conversación que sostendrá con el sustituto y pídale a alguien de mutua confianza entre usted y el compañero, que lo aconseje acerca de la mejor forma de hacerlo. Tenga muy claro qué es lo que usted pretende lograr de la confrontación y trate de entender el punto de vista de su compañero sin actuar solamente a la defensiva. Considere cuidadosamente el llevar el caso ante su jefe inmediato.
En el caso de la Srita. X, ella entendía que la rivalidad con su compañero estaba afectada con la ambivalencia de las emociones resultantes de su estado de nueva madre acerca de su vida y su trabajo. Sabía también que ella estaba haciendo un esfuerzo de buena fe para entenderse con su compañero al regresar a su puesto, pero que su buena fe no había dado buenos resultados y por ello llevó el caso ante su jefe.
Sin embargo, antes de presentarse con su jefe para discutir el caso, ella fue muy cuidadosa de separar sus sentimientos y coraje para obtener los resultados que ella deseaba: volver a tomar el control de sus propios clientes al regresar del periodo de ausencia por maternidad. Ella pidió a su jefe que le agradeciera al suplente por su buen trabajo durante la ausencia de la titular y recordarle firmemente que ella tomaría de nuevo el control total de sus clientes.
El regreso al trabajo después de la ausencia por maternidad, desafortunadamente, no es tan terso como debiera ser.
