Doctor en Casa

¡A explorar con los sentidos!

Ayuda a tu bebé a tener un correcto desarrollo sensorial

¡A explorar con los sentidos!

¡A explorar con los sentidos!

Ximena Martínez González

Descubrir el mundo es maravilloso y día con día, el ser humano sigue aprendiendo por medio de los sentidos ¡ahora imagina un bebé! Su pequeño mundo crece minuto a minuto gracias al desarrollo sensorial, es decir, vista, tacto, gusto, oído y olfato. Los pequeños sienten una curiosidad nata por el entorno, siendo su principal motor de aprendizaje queriendo interactuar con todo aquello que los rodea. Es importante que los niños experimenten cosas nuevas por medio del juego, con actividades lúdicas que estimulen su aprendizaje, por lo que es vital tanto para padres como para cuidadores enseñarles por estos medios y a través de todos los sentidos así como evitar restringirles espacios.

La vista

Las tres principales habilidades que se favorecen en mayor medida por medio de la vista son la fijación de la mirada, el seguimiento visual y la percepción visual en general. La interacción de los padres con sus bebés es el principal factor para fortalecer la vista, especialmente cuando comienzan a reconocer rostros. Al nacer, el bebé no sabrá cómo utilizar sus ojos correctamente, por lo que es normal que se le vayan de lado o se le crucen; a las pocas semanas aprenderá a enfocar ambos. A diferencia de otros sentidos que se encuentran totalmente maduros al final del primer mes, la vista tarda un poco más, desarrollándose hasta los siguientes 6 u 8 meses. A partir de ese tiempo, tu bebé podrá ver casi tan bien como tú. Al nacer, los ojos del pequeño tienen la capacidad para ver, sin embargo, es su cerebro quien todavía no está preparado para recibir esa cantidad de información, por lo que su vista es borrosa; su visión alcanza sólo hasta el rostro de quien lo carga.

Detecta cualquier situación extraña de la vista de tu pequeño y llévalo de inmediato a revisión si:

-Tiene tres o cuatro meses y no sigue un objeto con ambos ojos

-Sus ojos no se mantienen fijos, se mueven constantemente

-No voltea hacia todas las direcciones o tiene problemas para mover sus ojos

-Una de sus pupilas está en color blanco

El tacto

A través del contacto de la piel con el mundo exterior, se experimentan una gran cantidad de sensaciones, como la presión o la temperatura y distinguir superficies como suave y áspero, sobre todo por medio de las yemas de los dedos y las plantas de los pies. Cuanto más contacto tiene el bebé con sus padres más y mejores conexiones neuronales desarrolla, por lo que es importante que se fortalezcan vínculos a través del tacto, sobre todo las primeras semanas de vida. Algunas recomendaciones para estimular mejor este sentido son:

1) Contacto de la piel con los padres; cargar al bebé, envolverlo, darle pecho, acariciar su cuerpo.

2) Al bañarlo, el contacto con la bañera, el jabón, la salpicadura del agua y los movimientos de mamá permitirán al bebé relajarse y aprender al mismo tiempo. De igual manera, un masaje después del baño también resulta estimulante para el bebé; toma una crema hidratante o aceite de almendras y comienza masajeando con tu yema de los dedos sus pies, sigue por las piernitas hasta llegar a los muslos. Los masajes favorecen la comunicación entre madre e hijo y la maduración del sistema nervioso del pequeño.

3) Cuando el pequeño sea mayor, a partir de los cuatro años, los juguetes formarán parte indispensable de su desarrollo del tacto, por las diferentes texturas como lisas, rugosas, peludas, suaves, etcétera, y los diferentes tamaños y formas. También los diferentes materiales textiles de la ropa, como algodón, lana, etcétera, despertarán sensaciones estimulantes.

Oído

Al nacer, el oído del pequeño es sensible a cualquier sonido y se sorprende ante ruidos curiosos como bolsas de plástico, campanas, sonajas, etcétera. La estimulación auditiva se debe llevar acabo por medio de actividades y juegos con instrumentos musicales. Combina las actividades rutinarias de la vida diaria con música, como el baño o al momento de dormir, que favorecerán el establecimiento de patrones y mejora la memoria, ya que relacionará cierta melodía con ese momento del día. La estimulación auditiva favorece el aprendizaje del lenguaje, por lo que pronunciando correctamente cada palabra y simulando conversaciones es de gran importancia, así como explicarle lo que sucede a su alrededor y describirle objetos para aumentar su vocabulario.

Olfato

¡El bebé adora el aroma de mamá! El pequeño se guía por el olfato para identificar a su madre, por lo que desde sus primeros días de vida aprenderá a distinguirle del resto de la gente por su olor personal, el cual, le transmitirá una sensación de calma y confianza. Al momento en que el bebé nace, si todo está en perfectas condiciones, una de las primeras acciones que realizan los especialistas es pegar al pequeño al pecho de la mamá para impregnarse de su aroma y con esto, se tranquiliza y se recupera del esfuerzo y estrés del parto. Como el sentido de la vista del pequeño aún no esta bien desarrollado, se guía mucho por medio del olfato; es fundamental para la alimentación, supervivencia y desarrollo intelectual y emocional del bebé.

Una manera de desarrollar el olfato del pequeño, además de otros sentidos, es por medio de masajes con aceites para bebés que contengan perfumes suaves especiales para ellos. Cuando comiences a darle otro tipo de alimentos, bríndale la oportunidad al pequeño de tocarla, olerla, sentirla, ya que es algo completamente nuevo para él y de gran importancia que le dejará explorar y conocer libremente. Una vez que crezca, juega con él a reconocer olores, utilizando francos con elementos distintos como hojas de menta, trocitos de ajo, ramas de canela, algodones impregnados con diferentes perfumes, etcétera.

El gusto

Los gestos de los pequeños al probar nuevos alimentos son muecas que permanecerán en los recuerdos de sus padres por siempre. La leche materna es el primer contacto de alimento natural que prueba el bebé y es más dulce que la de formula, sin embargo, es también a través de esta leche que llegan a probar de diferentes sabores, pues todo depende de la alimentación de la mamá. Una vez que el bebé comience a probar nuevas cosas, lo dulce será el más sencillo de incorporar pues estarán acostumbrados, lo amargo será algo de lo más complicado y lo agrio les provocará una serie de muecas. Se ha demostrado que el azúcar en los bebés reduce sus lloros y lo calma, efecto similar al que le produce obtener un chupón o chuparse el dedo o las manos. Sin embargo, se debe evitar colocar cualquier sustancia dulce en el chupete o dárselo directamente, como azúcar o miel, para calmar al bebé, pues esto aumenta el riesgo de caries dentales o de crear malos hábitos alimenticios.

Fuentes: www.mibebe.huggiesla.com;www.ite.educacion.es; www.ninosfelicesyseguros.com; www.nlm.nih.gov; www.guiainfantil.com; www.mcgraw-hill.es

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