Doctor en Casa

Un parto humanizado

Devolver la naturalidad de dar a luz

Cerca del 95% de los embarazos son normales y más del 80% pueden llevarse a cabo sin intervención quirúrgica (cesárea).

Cerca del 95% de los embarazos son normales y más del 80% pueden llevarse a cabo sin intervención quirúrgica (cesárea).

Juan R. Guijarro

Un cuarto frio, máquinas conectadas en el cuerpo, doctores y enfermeras observando todo el tiempo, una posición incómoda y mucha anestesia. Esta concepción sobre el parto está tan arraigada que se ve como la única forma de traer un bebé al mundo. Sin embargo, existen algunas alternativas para mujeres que buscan una experiencia diferente de alumbrar a sus hijos; una de ellas es el parto humanizado. La doctora Marcela Almaguer Cisneros, ginecóloga experta en partos naturales y la educadora en psicoprofilaxis perinatal Silka Guerrero explican a detalle en qué consiste y qué beneficios tiene este procedimiento para madres e hijos.

El parto humanizado es una alternativa para llevar el embarazo y alumbramiento, abarca todas sus etapas, el momento de dar a luz y el postparto. La idea radica en defender la sabiduría del cuerpo humano y dejar que la mujer decida cómo llevar el alumbramiento acabo, confiando en sus decisiones e instintos, dejando a doctores y enfermeras como simples observadores y de apoyo en caso de alguna complicación.

La doctora expresa que muchas veces los hospitales por tratar de otorgar un parto más “limpio, controlado y bajo la norma” se olvidan del lado humano, sobre todo en hospitales públicos, donde la falta de espacio y de personal provoca alumbramientos verdaderamente insufribles.

Quienes lo practican explican que la belleza de un parto radica en la capacidad de la mujer de concebir vida; la hospitalización y medicamentos alteran un proceso que es 100% natural. Tratar de controlar un acto orgánico e involuntario lo único que logra es inhibirlo y por lo tanto causar complicaciones.

¿En qué consiste?

Un parto humanizado busca recuperar las raíces de este evento como algo natural, saludable y sobre todo trascendente para la mujer, por lo tanto ella es la única protagonista y quien decide qué procedimientos seguir. El alumbramiento depende de las preferencias de la madre, puede ser atendido dentro de un hospital, un centro especializado o en su mismo hogar.

Recostar a la embarazada en una posición horizontal justo después de las primeras contracciones no es natural ni es la mejor manera de dar a luz. En un parto humanizado se deja a la mujer caminar, recostarse en diferentes posiciones y que reciba masajes durante la fase de dilatación, evitando el dolor y estrés de estar en una sola posición en un proceso que puede durar más de 12 horas.

Su privacidad e intimidad son de vital importancia así como la presencia y apoyo de la pareja. Muestras de afecto, estimulación y sentirse en un lugar acogedor favorecen la producción de oxitocina natural aumentando gradualmente las contracciones, a diferencia de un parto hospitalizado donde el estrés y presión causa que se produzca adrenalina de más, inhibiendo los efectos de la oxitocina, por lo que se tiene que aplicar de manera artificial y en cantidades mayores provocando un dolor totalmente innecesario.

Durante el parto, la mujer puede adoptar la posición que desee; de rodillas, sentada, en cuclillas, apoyada en una pelota, un banco, agarrada de alguien más entre otras cosas. Existen numerosos vestigios de diferentes civilizaciones antiguas donde se muestran partos en cuclillas, ya que es la posición más natural. Silka Guerrero explica que directamente al posicionarse en cuclillas los músculos del periné y la cadera se ensanchan más de un centímetro y la gravedad ayuda al bebé a salir con mayor facilidad.

Después del alumbramiento se procura el contacto del recién nacido con la madre (si no viene con alguna complicación). El contacto madre - hijo temprano es de vital importancia para ambos, ya que a la madre la ayuda a controlar su estado hormonal y en el niño regulariza su temperatura y seguridad, además lo obliga a reaccionar y buscar el seno materno.

El cordón umbilical no es cortado hasta que deje de “latir” para que así se logre pasar toda la sangre, oxígeno y proteínas de la madre que se pueden regresar el momento del alumbramiento. Cualquier mujer, siempre y cuando no cargue con un embarazo de alto riesgo, es candidata para realizar un parto humanizado, por lo que es necesario realizar un curso previo durante el embarazo y constantes chequeos para asegurar que el procedimiento puede ser llevado acabo. Sin embargo el miedo, desinformación o simplemente pereza hace que la mayoría de los alumbramientos sean con cirugía. Para la doctora y la educadora es alarmante el porcentaje de cesáreas practicadas en el país y en La Laguna, donde llega a ser cerca del 90% en hospitales privados y más sabiendo que una cesárea puede dejar secuelas físicas, estéticas y de salud.

El dar a luz es una etapa trascendental en la vida de una mujer y su hijo, por lo que otorgar todos estos detalles y privacidad crearán lazos de seguridad, confianza y amor invaluables, sólo es cuestión de perder el miedo y romper con tabúes innecesarios. Las parejas que estén interesadas de realizar un parto humanizado deben estar consientes que es un proceso largo que no se puede decidir justo antes de dar a luz, se necesita tener un asesoramiento previo, entrenamiento y un chequeo constante de la salud de la madre y del bebé para descartar cualquier imprevisto.

En La Laguna existen centros que se encargan de llevar a cabo partos humanizados además de dar cursos, platicas, capacitaciones y resuelver cualquier duda.

Parto en agua

Dentro del abanico de opciones que ofrece un parto humanizado, realizarlo bajo el agua es una de las opciones que más popularidad a alcanzado. Al contrario de lo que se puede llegar a creer, es un procedimiento seguro si se lleva a cabo por profesionales, y sobre todo bastante tranquilo y sin provocar muchos dolores para la madre y el recién nacido

El contacto con el agua tibia crea un efecto analgésico que reduce cerca del 80% del dolor, por lo que los dolores de parto se verán aminorados considerablemente.

Además, los músculos se relajan por lo que se vuelve innecesario realizar una episiotomía (corte en el área vaginal). La densidad del agua y la capacidad del cuerpo para flotar logran hacer que la mujer pueda estar en posiciones como de cuclillas por tiempos muy prolongados.

El shock del bebé al no salir directamente a un mundo “seco” es reducido considerablemente, por lo que el recién nacido se mostrará tranquilo desde el primer momento.

El parto en agua puede realizarse en hospitales, clínicas equipadas o en la comodidad del hogar montando una alberca especial donde se controla la temperatura, signos vitales y de fácil acceso.

Una creencia errónea sobre esta práctica es que el bebé pueda llegar a ahogarse al estar debajo del agua, algo completamente falso, ya que el pequeño cuenta con un reflejo que le impide usar sus pulmones hasta entrar en contacto con la superficie.

Medidas de alivio durante las contracciones

El movimiento es el mejor aliado para aminorar el dolor provocado por las contracciones. A continuación te damos algunas sugerencias.

Mecerte en alguna silla o pelota de pilates

Hacer sentadillas (pararse y sentarse)

Ponerse de rodillas con las manos en el suelo

Recostarse de lado

Sostenerse de una soga

Masajes (aplicar presión en la base de la espalda)

Tomar un baño tibio

Fuentes:www.mibebeyyo.com.mx; www.mamanatural.com.mx

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