El arzobispo de Durango, Héctor González Martínez, quien está en la víspera de poder concretar su retiro, afirmó que ya tiene "ansia de libertad" y que no se irá del estado cuando le autoricen su retiro.
Refirió que desde el 29 de septiembre del año pasado solicitó su renuncia en la Nunciatura Apostólica; "recibí aviso de que le dieron entrada, pero no sé para cuándo. Yo ya tengo ansia de libertad", manifestó González Martínez.
En este sentido, el arzobispo de Durango dijo que una vez que le acepten su renuncia, se dedicará a leer, descansar, dormir y viajar al interior del estado.
Afirmó que se quedará la mayor parte de su tiempo en Durango y visitará ocasionalmente el estado de Zacatecas, donde tiene una casa que le heredaron sus padres.
El sacerdote dijo que planea vivir en la casa de los obispos ancianos y enfermos que tiene la Arquidiócesis cerca del Seminario en Durango.
TRAYECTORIA
Héctor González Martínez nació el 28 de marzo de 1939 en Miguel Auza, Zacatecas, municipio que también forma parte de la Arquidiócesis de Durango.
Se ordenó como sacerdote el uno de diciembre de 1963, a la edad de 24 años.
Tuvo encargos en el estado de Durango desde entonces y hasta 1982, cuando fue nombrado obispo de Campeche. En octubre del años de 1993 se convirtió en arzobispo del estado de Oaxaca y, 10 años después, el 26 de febrero de 2003, se convirtió en el máximo líder de la Arquidiócesis de Durango.
No han sido dados a conocer los nombres de los prospectos que se tienen para ocupar el cargo, lo único que se sabe es que los candidatos son de diversos puntos del país.