Se luce Oceransky con su Big Band

Prometió una noche excepcional y lo cumplió.

El cantautor Édgar Oceransky dijo en una pasada entrevista con El Siglo de Torreón que sorprendería a sus fanáticos con su espectáculo Big Band, lo cual sí sucedió.

Édgar hizo a un lado el formato bohemio que acostumbraba presentar en la región con el fin de dar paso a la cadencia de dicha orquesta que se caracteriza por la armonía instrumental entre metales, maderas y ritmo.

El sitio del encuentro entre cientos de laguneros y Édgar fue el Teatro Nazas. Ahí, el artista se adueñó ayer del micrófono acompañado de siete músicos y el director de orquesta Bernardo Quezada.

La velada comenzó a las 21:20 horas. Con un semblante de felicidad y un smoking de color negro, el trovador entregó su reciente disco Big Band a la par que platicó experiencias personales que lo indujeron a crear algunas de sus melodías.

El oriundo del Distrito Federal revivió sus temas Volver a perdernos, Demasiado bueno y Porque la quería. Continuó con Al rojo de la tarde, con el que rindió homenaje al grupo Real de Catorce.

"Muchas gracias por estar aquí. Traemos esta aventura con tintes de locura que es este concierto Big Band con el que también queremos transportarlos a las épocas donde la gente iba a los salones en parejas a bailar al compás de esta música", expreso el cantautor.

Los aplausos a Oceransky no se hicieron esperar. A los espectadores, en su mayoría jóvenes y adultos, se les vio entusiasmados de conocer otra perspectiva musical de su ídolo.

Al transcurrir la velada, el artista sorprendió al respetable ya que cantó Ni parientes somos, tema que hiciera famoso el grupo Los Tigres del Norte, "de la música mexicana me encanta lo norteño" exclamó al respecto.

Édgar Oceransky, quien también bailó en el escenario, complació a sus seguidores durante más de una hora con piezas musicales como Yo quiero estar contigo, Otro día sin Ti y No me quiero enamorar.