Trabajadora. Para María del Refugio el trabajo es una terapia que le permite sentirse útil y activa.
Adultos mayores platican sus años de trabajo y cómo disfrutan ahora otra etapa en sus vidas; algunos se dedican al hogar y otros siguen activos, pero todos valoran sus años de esfuerzo y el amor a la familia.
'Estar activa para mí es la vida de verdad'
Aunque pensionada, María del Refugio Martínez se rehúsa a dejar de trabajar. Tiene 64 años y desde hace tres, se desempeña como empacadora en una tienda comercial de la ciudad. Más que un empleo, es una terapia ocupacional con la que seguirá por varios años más.
A lo largo de su vida desempeñó diversos puestos, el primero de ellos como camarista en un hotel de la localidad. Años más tarde, obtuvo la oportunidad de trabajar como asistente en el Aeropuerto de Torreón, en donde también trabajó en el restaurante principal.
También tuvo la oportunidad de trabajar en la Universidad Autónoma de La Laguna, como responsable de la cocina rápida, "mi labor era atender a todos los estudiantes mientras estaban en su receso".
"Después de lograr el triunfo de la vida de una pensión modesta, pero al fin pensionada, a mí me nació el deseo de no ser una persona sedentaria. El mantenerme activa para mí es vida de verdad, si uno tiene la posibilidad de desempeñarse en algún puesto, para mí es esencial seguir activa y trabajando", comenta emocionada portando su uniforme.
Cuenta que su familia siempre estuvo de acuerdo con su decisión, "mis hijos dijeron, es tu decisión, tú nos has enseñado a luchar en la vida y si tú quieres todavía continuar con esa actividad, adelante".
María es madre de dos adultos y nieta de dos niños, a quienes dice disfruta siempre que acuden a visitarla. "Sí los disfruto no como un deber ni como una obligación, mis hijos saben que la responsabilidad de los hijos es de ellos; yo como abuela puedo consentirlos, pero a ratitos, nada más, porque la responsabilidad no hay que quitársela a los hijos, ellos tienen que criar a los suyos".
Ahora que sus hijos formaron sus familias, dice que disfruta su soledad. "Disfruto de mi 'nido vacío', cuando ellos llegan de visita es un alegría, aunque somos pocos, pero la alegría es inmensa".
Son sólo cuatro horas las que María disfruta en su nuevo trabajo, el cual espera desempeñar "hasta que Dios me permita la salud y la vida".
Por esta oportunidad laboral, agradece todo el apoyo del Sistema DIF Torreón, en especial a Claudia Ramírez, responsable del programa de empacadores y al director, Guillermo Covarrubias, "han hecho varios eventos para celebrar al adulto mayor y sobre todo con la bendición de una terapia porque realmente es una maravilla".
Para mantenerse con esa energía que transmite sus ojos, asegura que no hay una receta secreta. "Es simplemente la alegría de seguir viviendo, de seguirte sintiendo activo, útil tanto para uno mismo como para la sociedad".
'...Vivir la vida hasta que Dios nos llame'
Su nombre es Faustino Reyes Enríquez y su profesión es ser empacador de una tienda comercial. A sus 84 años de edad, es padre de diez hijos, abuelo de 35 nietos, bisabuelo de dos jóvenes y tatarabuelo de tres pequeñitos, que disfruta al máximo siempre que lo van a visitar.
Su fiel compañera cerró sus ojos para siempre hace nueve años, tiempo que lleva desempeñándose como empacador, actividad que dice lo mantiene con esas ganas de vivir y sobre todo "como dicen en el rancho, para no estar 'de oquis' porque se estropea el cuerpo y hay que tener movimiento".
Don Faustino es originario de La Joya, Coahuila, del municipio de Torreón. Aunque su padre se dedicaba a la tierra, a él nunca le gustó ser agricultor o trabajar en el rancho, por lo que a la edad de 12 años, después de terminar la escuela, salió de casa en busca de un trabajo.
Fue en una gasolinera en donde le dieron su primera oportunidad. Se dedicaba a desponchar llantas y otros servicios para los automóviles, actividad que desempeñó durante cinco años. Después se le presentó la oportunidad de ser chofer y trasladarse hasta Laredo, Texas, la cual aceptó y se mantuvo durante diez años más.
"Luego me fui a Rosita, Coahuila, porque de ahí era mi señora. Ahí fue supervisor de minas en La Encantada ahí duré diez años como supervisor, entraba a las minas y les hacía las cuentas de lo que era el metal, que no era. Luego me encargaba de los compresores, de arreglar los camiones. Yo traía mi camioneta con gasolina, gatos, para arreglar los camiones".
Después se presentó una nueva oportunidad laboral. Una constructora le ofreció operar una grúa de 20 toneladas, actividad a la que dedicó 18 años de su vida, de los cuales uno se mudó a la ciudad de Cancún, Quintana Roo, para la construcción de un hotel cercano al aeropuerto.
Ya a sus 75 años, dejó ese trabajo para después operar una retroexcavadora y finalmente como trailero, actividad que desarrolló por tres años más.
Para estar fuerte y con ganas de vivir, no existe ninguna receta secreta, dice don Faustino, quien nunca tuvo vicios "nunca tomé ni fumé", dice.
Cuenta que sus hijos siempre lo han apoyado, sobre todo cuando les platicó sobre sus deseos de seguir trabajando, pues era necesario para no hundirse en la tristeza tras la partida de su fiel compañera. Fueron diez hijos los que criaron juntos, aunque reconoce que en sus planes estaba el tener 15, "pero cuando llegó el décimo ella me dijo, hasta aquí", dice sonriente al recordarlo.
Cuenta que las fiestas son toda una odisea por sencillas que sean, pues es necesario citar algunos un día y al resto en otro, "pues mi casa es muy chica y no cabemos, para eso nos tendrían que prestar el Estadio de la Revolución", comenta emocionado.
Para llegar fuertes como él a los 84 años, don Faustino dice que es necesario "dejar los problemas, no hacerles caso, hay que vivir la vida, porque eso es lo que nos toca a nosotros. Vivir la vida hasta que Dios nos llame. Hasta que diga: 'Hasta aquí'".
Disfruta la faceta de ser una ama de casa
Alma Leticia Martínez cambió los borradores y los pizarrones, por el trapeador, la escoba y el recogedor. Luego de 30 años de desempeñarse como maestra de educación primaria, ahora se dedica a ser ama de casa y a disfrutar de su familia.
Cuenta que fue a la edad de 20 años que inició su profesión, la cual califica como muy difícil, pero a la vez gratificante. "Es muy desgastante trabajar con niños, pero al verlos crecer y desarrollarse te llenas de satisfacción", cuenta la maestra ahora jubilada.
Reconoce que durante el tiempo que trabajó como maestra, no les dedicó mucho tiempo a sus hijos, pero el tiempo que lo pudo hacer, fue de calidad, asegura.
Y es que dice que cuando llegaba a casa siempre les ayudó con sus tareas escolares y los fines de semana, trataba de disfrutarlos en familia al máximo.
Hoy que el tiempo es lo que más le sobra, dice que disfruta a sus hijos ahora en otra faceta, la de padres. Son tres, quienes le han regalado cinco nietos, con quienes ahora se sienta a realizar sus tareas escolares.
"Los hijos de los maestros son los menos atendidos, por atender a los demás, uno desatiende a sus hijos igual como la mamá trabajadora", dice la exmaestra.
Dice que ahora que vive de su pensión, se dedica únicamente a su casa y a su marido, "antes no hacía nada, ahora hago todo, barro, trapeo, limpio", comenta con una sonrisa.
Esos 30 años de servicio y de atención a cientos de niños dicen que valieron el esfuerzo, pues cada año lo disfrutó al máximo. Fue una maestra exigente y gritona dice, lo que hizo que se ganara el respeto y el cariño de sus alumnos. "Cuando pasaban al siguiente grado, cuando ya no eran nuestros alumnos, nos iban a visitar y eso me gustaba mucho, pues aunque los regañé, los castigué y que les puse trabajos pesados, me tenían cariño".
Hoy aconseja a todos los jóvenes trabajadores, disfrutar de lo que se hace, "ya que el tiempo pasa muy pronto, ya cuando menos acuerdas ya cumpliste 30 años de servicio", dice Leticia, quien está dispuesta a disfrutar cada día a toda su familia.
Situación de adultos mayores
En México de acuerdo con las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía hay cerca de 10.9 millones de adultos mayores, quienes celebrarán este 28 de agosto el Día del Abuelo.
Esta celebración fue decretada en 1982, fecha en la que a nivel internacional, se estableció el mes de agosto como el mes de la vejez y en el país, el 28 de agosto como el Día del Abuelo.
De acuerdo al Inegi, 6 millones de hogares tiene a un adulto mayor como jefe de familia; 2.7 hogares están compuestos por un adulto mayor y sus hijos; mientras que 2.2 millones están compuestos por un adulto mayor, sus padres o hijos y otros parientes; y sólo en un millón de hogares están solos los adultos mayores. En la segunda mitad del siglo pasado, la mayoría de los países disminuyó su nivel de la fecundidad y aumentaron su sobrevivencia; estas tendencias han incidido en un proceso de envejecimiento que caracteriza la dinámica poblacional de gran parte del planeta, siendo en los países desarrollados donde se da con mayor intensidad.
El envejecimiento demográfico involucra un cambio en la estructura por edad y se expresa en un aumento en el porcentaje de las personas en edad avanzada. En 2012 de acuerdo con el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés), 11.5 por ciento de la población mundial tiene una edad de 60 años y más, mientras que en las regiones más desarrolladas llega a ser de 22.6 por ciento. Proyecciones realizadas por el UNFPA, indican que en 2050, uno de cada cinco habitantes en el planeta (21.2%) tendrá 60 años y más; en las regiones menos desarrolladas será de 19.5%, es decir, casi el nivel que actualmente se observa en las regiones más desarrolladas, en éstas, una de cada tres personas (32%) será un adulto mayor en 2050.
Buscan detectar trastornos mentales
Para detectar y tratar a tiempo trastornos de memoria y sobre todo la depresión en adultos mayores, el sistema DIF Torreón en conjunto con el Centro Alzheimer de La Laguna emprendió una campaña en la que se invita a las personas mayores a 50 años. Se realizarán pruebas de Tamizaje y Fostein, en la que se exploran varias áreas cognitivas como: Orientación temporal-espacial, aprendizaje, razonamiento, concentración memoria y lenguaje.
Sara Elena Franco López, responsable del área de psicología explicó que la prueba se aplica a través de cuestionarios con la prueba minimental de Folstein donde se realiza una detección rápida de déficit cognitivo, esto para orientar a las personas en su cuidado personal y mental. Después se aplica la prueba del reloj la cual consiste en detectar a través de preguntas la comprensión del espacio y tiempo en el que vive el paciente. También se realiza a la persona un cuestionario de fragilidad donde intervienen los sentimientos y por último la prueba de "Yesavage" la cual arroja el resultado de depresión, siendo esta última la más importante, pues se sabe que el deterioro cognitivo proviene de esta misma.
La campaña contará con diez médicos y psicólogos los cuales estarán a disposición de los interesados. Aquellos que deseen realizarse esta prueba pueden acudir al auditorio Tonantzín ubicado en bulevar Revolución 639 poniente, dentro de las instalaciones del DIF Torreón de 9:00 a 12:00 horas, el cierre será mañana viernes.
AÑOS
Se desempeñó como maestra de educación primaria
AÑOS
Tenía Alma cuando se inició en esta profesión de educadora
NIETOS
Tiene Alma además de tres hijos
