EDITORIAL Sergio Sarmiento Caricatura Editorial Columna editoriales

Abuelos

Diálogo

YAMIL DARWICH

En el mundo existen diferentes fechas para festejar a los adultos mayores. México celebra el Día del abuelo el 28 de agosto, gracias a la iniciativa que a principios de los años noventa tuvo el locutor chihuahuense Edgar Gaytán.

Los ancianos, viejos, adultos mayores, abuelitos o viejitos, como Usted quiera nombrarlos, forman parte de un grupo social desatendido por la sociedad mexicana, incluidos los laguneros, quienes luego de vivir más de 60 años de trabajo, esfuerzo y dedicación a sus menores, quedan desprovistos de las adecuadas atenciones que requieren durante su vida adulta; en muchos casos son abusados y violentados en sus derechos individuales y no es extraño que la mayoría padezca maltrato o denigración por parte de sus familiares.

En algunos casos, si sus familiares así pueden hacerlo, simplemente los encierran en algún asilo durante días, semanas y hasta años, olvidándolos o dejándolos con fuertes sentimientos de abandono.

Sin duda, cuidar de nuestros viejos es una cuenta pendiente a la que no le hemos abonado lo suficiente.

Patricia Rebolledo, presidenta de la Red de Adultos Mayores de la Ciudad de México, denunció que en las ciudades los ancianos "se convierten en personas invisibles" y en algunos casos, son considerados "estorbos" en los espacios sociales y la dinámica familiar.

México se va transformando, poco a poco, en una nación con muchos ancianos, en un fenómeno descrito como "viejismo". El Consejo Nacional de Población, señala que ese grupo generacional "tendrá el crecimiento más alto en la primera mitad del siglo XXI", en que pasarán a ser 25.9 millones, de los 5.8 que son ahora; casi cuatro y media veces más.

La feminización de la población adulta mayor -hasta un 35 por ciento por encima de los hombres- será una particularidad y padecerán la intensificación de las prácticas discriminatorias, según afirma Luz Ángela Cardona Acuña, directora de Agendas en Derechos Humanos de la Comisión de Derechos Humanos del D.F. La explicación está en el mayor índice de promedio de vida que ellas presentan, con referencia a los varones.

Cecilia Ramírez Posadas, responsable de la Fundación para el Bienestar del Adulto Mayor, afirma que "las generaciones más jóvenes tienen una imagen bastante limitada y estereotipada de las personas adultas mayores y su modo de vida" y habría que agregar a ello la inconsciencia de autoridades y sociedad, para atenderlos y mostrar reciprocidad y calidad humana.

Rodríguez Posada agrega que el abuso contra los adultos mayores, se comete cuando en algunos hogares los transforman en cuidadores de nietos, responsables de los servicios de limpieza, cocineras y hasta violentarlos al quitarles total o parcialmente sus pensiones; también está presente el problema de aquéllos sin protección alguna, los casos que no cuentan con jubilación o protección social, particularmente en el medio rural, quienes fueron autoempleados, desempleados, pertenecientes a los grupos socioeconómicos más pobres o aquellos que no alcanzaron a cotizar lo suficiente en instituciones de seguridad y servicio social.

Aún cuando el descuido de los derechos de los adultos mayores ha sido denunciado en la ONU, en la Asamblea Mundial del Envejecimiento de Vienay, Madrid, en 1982 y 2002 respectivamente, hasta llegar a la Declaración de Brasilia de 2007, la reacción de la humanidad es aún pobre y sin prevención, advirtiéndose desde ahora la irresponsable falta de previsión de los gobiernos para atender el reto que se les viene encima con la población mayor.

De La Laguna y nuestros funcionarios públicos mejor ni escribimos.

Habrá que abonar, al menos, la declaración de "Los Cinco Principios de las Naciones Unidas" que guían el quehacer en el tema:

Independencia, regresándoles su derecho a hacer y decidir por sí mismos eliminando los "tú no puedes", "no te levantes" o "déjame hacerlo a mí".

Participación, tanto en las decisiones familiares y en los destinos de sus propias personas o recursos.

Cuidados, en cuestiones de salud emocional y física, tomando en cuenta sus condiciones de adulto mayor.

Realización Personal, dándoles la oportunidad de ser y hacer como adultos mayores.

Dignidad.

La realidad regional es triste; sólo existen dos centros asistenciales semigratuitos y algunos privados poco conocidos, a todas luces insuficientes en su calidad de atención, con serias limitaciones económicas y con baja visión del real cuidado y aseguramiento de la dignidad que requieren sus asistidos; las autoridades municipales no los contemplan en sus programas y si acaso, hacen enunciados de propósitos a través de organismos como el DIF; de fondo, sin hacer nada por ellos.

En la prehistoria los viejos eran abandonados a su suerte por necesidad de sobrevivencia de los demás integrantes del clan; entre los pueblos primitivos, mal atendidos por falta de desarrollo y evolución social; en los tiempos modernos descuidados por ignorancia, inconciencia y pobreza.

¿Cuál será nuestra excusa en la posmodernidad?

Lo invito a reflexionar y actuar consecuentemente.

[email protected]

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1031466

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx