Cultura

Las Palabras Tienen la Palabra

Los hay de diversos tipos

JUAN RECAREDO

Todo lo bueno -y también lo malo- que tenemos en esta vida se relaciona con los números. ¿Cuánto debo? ¿Cuánto tengo? ¿Cuánto cuesta? ¿Cuanto gané? ¿Cuánto perdí? son entre otras muchas, las preguntas que nos tenemos que estar haciendo todos los días, con la obligación de encontrar para cada pregunta una respuesta satisfactoria.

Los números forman parte activa de nuestra vida cotidiana y no solamente en cuestión de dinero sino para medir la temperatura, para hacer ejercicio y para estimar si este equipo de futbol es mejor que aquél, de acuerdo con el número de goles anotados así como de los juegos que ha ganado o ha perdido.

Sabiendo pues que los necesitamos tanto, es sorprendente constatar que sabemos tan poco de los números… y eso poquito que sabemos al ratito se nos olvida.

O no sabemos o se nos olvida que hay ciertos tipos de números que son los que utilizamos con mayor frecuencia en nuestro lenguaje de todos los días. Los cardinales que son los números naturales, uno, dos, tres, etc. Ésos sí nos lo sabemos muy bien, aunque ya en números que tienen muchos ceros, sí nos desconcertamos.

Por ejemplo el 1 con seis ceros es un millón, el 1 con 12 ceros es un billón, pero puede haber un 1 con ¡sesenta ceros! ¿por qué no? Bueno pues ese se llama decillón. Y ya no le sigo más arriba porque no acabamos nunca.

Luego están los ordinales que son los que dan idea de que hay un orden o sea, que están dispuestos en determinada secuencia: primero, segundo, tercero, etc. Éstos también a primera vista se piensa que son fáciles y lo son hasta cierto límite por ejemplo para decir: el corredor llegó en primer lugar, en segundo, en tercero, no hay problema. Ya cuando entramos al lugar número once que es el undécimo empieza a complicarse el asunto.

¿Y el corredor que llegó en el lugar número cien, como se dice? Pues que llegó en centésimo lugar. Muy bien. ¿Y el que llegó en el lugar número 200? ¡Ese ya no es tan conocido ¿verdad? Pues es el ducentésimo. Luego siguen de cien en cien el tricentésimo, el cuadringentésimo, quingentésimo, sexcentésimo, septingentésimo, octingentésimo, noningentésimo y milésimo.

Otro problema muy común con los números ordinales es que los confundimos con los partitivos que son los que indican fracciones. Así decimos erróneamente que el corredor llegó en catorceavo lugar en lugar de decir que llegó en décimo cuarto porque un catorceavo es una fracción de una unidad que haya sido dividida en 14 partes iguales.

En otra ocasión y si usted nos da su venia, veremos precisamente los números partitivos que son los que expresan división de los números naturales y también los múltiplos que son los que expresan multiplicación.

Escríbale a Don Juan Recaredo: La dirección de su correo electrónico es [email protected]

PREGUNTA DEL PÚBLICO:

Francisco Velázquez: me parece que su columna es la única que no habla de noticias malas, sino de “palabras” positivas, lo felicito por su columna y gracias por aportarnos sus conocimientos tan agradablemente.

RESPUESTA:

Gracias por sus conceptos.

El matrimonio es un proceso químico mediante el cual una media naranja se convierte en medio limón. ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.

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