Una estadística que apareció esta semana en redes sociales indica que Santos Laguna es el equipo que más goles ha anotado en lo que va del año (incluyendo ambos torneos de liga) con la nada despreciable cantidad de 51. En comparación, se menciona a las Chivas, que es el que menos marca, con 15.
Pedro Caixinha puede ser muy criticado por diversos medios laguneros (a nivel nacional no le hacen tanto caso como deberían) y en lo personal no coincido en muchos puntos con él, sobretodo a la hora de poner la alineación titular o en la decisión de algunos cambios que no terminan por funcionar. A veces uno indica lo que se está haciendo mal (claro, a mi no tan humilde parecer) con el fin de puntualizarlo y que quizá pueda corregirse, pues la crítica mucho consiste en eso.
Sin embargo no está de más destacar lo que sí se hace bien. Lo que pasa es que sobre todo en Santos Laguna, y de verdad no es por ser barbero, son más las cosas que se realizan con eficiencia que las que fallan, pero soy un creyente que lo que está bien hecho habla por sí solo. El aficionado lo ve, el periodista lo ve, la comunidad lo ve y no se requiere de columnistas para precisarlo. Y los puntos flacos o en donde hay dudas, quizá sí tengan que ser revisados con una lupa periodística.
Pero una cosa que aplaudo y sé que a la afición gusta, es que el equipo sea tan goleador. Y mucho de ello es gracias a la propuesta tan ofensiva de Caixinha. Por supuesto a la calidad de los jugadores de adelante también. En ocasiones me he referido a esta esencia de ataque del portugués como desenfrenada y hasta irresponsable, pues ha llegado a jugar con demasiados delanteros y poca media cancha, cosa poco ortodoxa en la elegancia que tiene el futbol. Pero también pienso que siempre es preferible una aventura ofensiva a defender con recelo y torpeza un gol, buscar el empate a cero y jugar deliberadamente con el tiempo y el marcador.
Quizá nos hemos acostumbrado demasiado a Caixinha y a su juego ofensivo, lleno de goles y hemos perdido perspectiva, pero a mí no se me olvida cómo Benjamín Galindo apenas lograba un gol y muy temprano en el juego se ponía a defenderlo. Obvio casi siempre, o le empataban o le daban la vuelta. O cómo Romano con un plantel de lujo jugó con 5 defensas y 3 contenciones ante un noqueado y hasta ya desaparecido Indios de Ciudad Juárez, nada más porque en su delantera tenían a Jaír García y al "Maleno" Frías, ambos en plena decadencia.
O cuando, volviendo a Benjamín, decía que siempre era muy complicado jugar en la cancha de Chivas (ya en aquel entonces emproblemado) y que por eso mandaba ese parado conservador. Pedro Caixinha, sin declarar miedos y prejuicios antiguos y absurdos, ya ha ganado en esa cancha en sus últimas dos visitas y eso jugando a medio gas.
Mucho tiene que ver la visión y la actitud para obtener buenos resultados. Caixinha tiene sus detractores pero la afición del Santos es la que más goles festeja de todas y eso siempre será agradecido.
