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¡Ponte el rebozo!

Una forma segura, cómoda y fácil de cargar a tu bebé

¡Ponte el rebozo!

¡Ponte el rebozo!

Juan Rodríguez Guijarro

Seguramente has visto en la calle o en comunidades rurales mujeres cargando a sus bebés con un pedazo de tela envuelto a través de su pecho y espalda. Pero, ¿has notado la facilidad que tienen para realizar otras actividades y la calma con la que los pequeños se encuentran? Esto es porque el uso del rebozo está considerado como una de las mejores formas para cargar al bebé por su ergonomía, comodidad y economía.

El rebozo es una prenda nacida en México y otros países latinoamericanos, tiene su origen en la época prehispánica donde civilizaciones como la azteca utilizaban ayates (prototipo de rebozo) para transportar personas, alimentos y otras cosas. Fue hasta la colonización española cuando recibió su nombre y características actuales.

El rebozo consiste en un pedazo de tela angosto de entre 1.5 y cuatro metros de longitud, fabricado con materiales como manta, lana o seda y puede incluir ganchos o aros para facilitar su amarre. En sus extremos tiene flecos o rapacejos meramente decorativos y su color puede variar, aunque predominan los colores vivos.

Debido a su origen puede ser considerado como una prenda “fuera de moda” o anticuada. Sin embargo, diversos estudios han demostrado que a pesar de su aparente simpleza, es la opción más completa para cargar al bebé ya que lo mantiene seguro, tranquilo y da a la madre la suficiente movilidad para que realice la mayoría de sus actividades diarias sin mayor problema. Doctor en Casa y la psicoterapeuta Denise Pérez explican algunos de los beneficios que usar rebozo puede traer para el pequeño y su madre.

Beneficios para el bebé

La especialista comenta que cuando el bebé es cargado en un rebozo recupera muchas sensaciones del tiempo que estuvo en el vientre materno, como el calor corporal, el vaivén y movimiento rítmico al caminar, el olor y los latidos del corazón de la madre. Esto permite que permanezca calmado por largos periodos de tiempo y alimenta su curiosidad al ver el mundo desde la perspectiva de los ojos de mamá.

La forma de la espalda del bebé no es la misma que la de un adulto, mientras que una persona mayor presenta una espina dorsal en forma de “S”, la del pequeño aún es curva, por lo que la posición en la que se mantiene dentro de un rebozo lo mantendrá cómodo.

Después de estar en un ambiente cálido y angosto como es el vientre materno, la libertad que tienen en brazos y piernas al momento de nacer les puede resultar abrumadora, incluso pueden lastimarse o rasguñarse por sus movimientos erráticos. En cambio, el rebozo les da cierta estreches que los hará sentirse seguros.

La posición en la que el pequeño permanece facilita la lactancia y disminuye el reflujo y cólicos, el estar piel con piel es una experiencia gratificante y una buena terapia tanto para la madre como para el recién nacido, sobre todo si es prematuro.

La psicoterapeuta menciona que cuando el bebé está en el rebozo, se encuentra calmado y curioso del mundo que lo rodea. Puede visitar lugares que por sí solo no podría, pero sin perder la seguridad que le otorga la cercanía de su madre.

Beneficios para la madre

Un rebozo se vuelve una extensión del cuerpo de la madre (como la bolsa natural de los canguros y otros marsupiales) lo que permite una total independencia de los brazos para realizar otras actividades a la vez que el niño se mantiene seguro. Su uso también ayuda a equilibrar adecuadamente el peso del bebé relajando la espalda y columna, evitando daños futuros.

La posición ideal para cargar a los bebés es con las piernas separadas, flexionadas, la espalda ligeramente curva y orientado hacia la madre o el adulto que lo cargue, simulando la posición que los simios adoptan al ser cargados. Existen muchos accesorios diseñados para cargar al bebé como mochilas o cangureras, sin embargo “la magia” del rebozo radica en su simpleza, el ser ligero y permitir diferentes tipos de amarre o formas como la imaginación lo permita. En épocas de frío, el calor corporal de la madre mantiene al bebé en un ambiente cálido y en época de verano, puede ser amarrado de manera más abierta para permitir la ventilación.

Su uso es tan práctico que incluso se puede usar para dormir o ir a la alberca. En Internet y en varios sitios de La Laguna se venden rebozos profesionales y se dan tutoriales sobre cómo y en qué etapa usarlos.

Consejos para mantener al bebé seguro usando un rebozo.

1. Saber cómo usarlo.- A pesar de su simpleza, existen muchas formas de usar un rebozo. Es conveniente pedir ayuda para saber cómo amarrar y dejar cómodo al bebé.

2. Asegurarse que puede respirar con facilidad.- No permitas que la cabeza y la cara de tu bebé queden cubiertas.

3. Conoce los límites.- Aunque el rebozo puede otorgar mucha libertad, hay que estar conscientes que actividades como cocinar o salir a correr no pueden hacerse con un niño cerca.

4. Evita el exceso de calor.- Lugares como La Laguna son característicos por sus altas temperaturas y pueden sobrecalentar o deshidratar al bebé, vigila su temperatura con frecuencia.

Fuentes: www.bbmundo.com; www.arts-history.mx; www.espanol.babycenter.com

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