El SNTE refrendó su respaldo a la sección 59 del gremio en Oaxaca, ante las acciones de la disidencia magisterial a la que hizo un nuevo llamado a revisar sus acciones pues, dijo, lastiman a la escuela pública y la imagen del magisterio.
A los integrantes de la sección 59 garantizó que la fuerza del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) seguirá respaldando la legítima defensa de sus derechos, por su compromiso con la sociedad oaxaqueña y su responsabilidad institucional.
En un pronunciamiento, responsabilizó al gobierno estatal y a la Sección 22, en manos de la disidencia, de los conflictos y el atraso en el sistema educativo en esa parte del país y aseveró que “los oaxaqueños todos y la educación de las niñas, los niños y los jóvenes no deben continuar como rehenes de la barbarie y de la ausencia de gobierno”.
En tanto, a la disidencia magisterial la convocó a revisar su estrategia y tácticas, ya que sus acciones van en sentido contrario a las rutas de la sociedad con lo que lastiman a la escuela pública y la imagen del magisterio en todo el país.
En un pronunciamiento respecto a la situación educativa en la entidad, el gremio llamó a los oaxaqueños a sumar esfuerzos con el magisterio responsable y a no permanecer ajenos en la construcción de un futuro mejor para las niñas, los niños y los jóvenes.
El Consejo Nacional del SNTE, a través de sus Órganos Nacionales de Gobierno, ratificó su compromiso de defender los derechos que tienen las niñas, los niños y los jóvenes mexicanos a recibir una educación pública de calidad con equidad.
Pidió dejar atrás cualquier indiferencia ante el deterioro del proceso de gobernanza en ese estado “que se expresa ahora en conductas violentas alejadas del Derecho”.
El SNTE también exigió que se investiguen hasta las últimas consecuencias y, en su caso, se sancionen los actos que sistemáticamente transgreden la legalidad y el orden social.
Más adelante, planteó que las estrategias de lucha que privilegian la confrontación y el abandono de las aulas altera de manera irremediable la normalidad del proceso educativo, así como la atención y el desarrollo adecuado de planes y programas de estudio.
Subrayó en ese sentido la necesidad de que se ratifique y garantice el compromiso de ofrecer una educación pública de calidad que esté al servicio del pueblo, en especial de sus educandos.
“Es la oportunidad histórica para cumplir el compromiso ético con los oaxaqueños para que se dote al estado de leyes que coloquen a la educación como el verdadero eje de desarrollo y progreso social, al que aspiramos todos”, dijo.
