Un adolescente de 13 años es sospechoso de provocar, al menos, siete incendios el verano del 2013 en la zona de Covilhã (interior de Portugal), movido por la ira provocada por la muerte de su padre y por venganza contra dos propietarios rurales.
Según informó hoy la Policía Judicial (PJ) lusa, los fuegos en los que estuvo implicado el menor calcinaron centenas de hectáreas de terrenos poblados de "pinos, olivos, especies frutícolas y zonas agrestes" y pusieron "en grave peligro" áreas de viviendas, además de provocar centenas de millares euros en pérdidas.
En uno de los incendios investigados, un bombero de la corporación de Covilhã falleció en el combate a las llamas.
Los fuegos sucedieron entre julio y septiembre del 2013 en las aldeas de Tortosendo, Telhado, Vales do Rio, Dominguizo, Paul y Barco.
La PJ traza un contradictorio perfil del adolescente, pues, al mismo tiempo que provocó los incendios, mostró "un sentimiento de especial aprecio y de mucha admiración" por los profesionales implicados en el combate a los fuegos.
Inclusive, la policía portuguesa relató que el menor ayudó a las autoridades en incendios por él mismo provocados.
La motivación del joven sospechoso en incitar estos fuegos se apoya principalmente en dos factores, según la PJ.
"Sentimiento de ira, por la pérdida reciente del padre, y de venganza contra dos propietarios rurales afectados, debido a supuestas amenazas dirigidas a la integridad física de un familiar y también de asedio sexual sobre otro miembro" de la familia del adolescente.
