Resulta increíble creer que en casi ningún lugar las ciudadanos pueden estar exentos de ser víctimas de algún delito.
Así fue el caso de una madre de familia que se disponía a formarse en una fila de un restaurante en Manila, Filipinas, para comprar comida para ella y su pequeño hijo, pero para su mala fortuna una ladronzuela rondaba por la zona.
Entre el tumulto se acerca una joven cubierta por una bufanda y al darse cuenta de que la señora que llevaba cargado al menor traía su bolso abierto no dudó en meter sus manos para apropiarse del monedero.
Tres intentos le bastaron a la malhechora para sacar el monedero, con su bufanda cubrir el botín y retirarse del lugar como si nada hubiera ocurrido.
Segundos más tarde la víctima se percata del robo y desesperada trata de averiguar quien la había bolseado, pero la hábil ladrona ya se había marchado pasando totalmente desapercibida.
La chica no deja pasar la oportunidad para apoderarse de lo ajeno y salirse con la suya. (YouTube)