EDITORIAL Sergio Sarmiento Caricatura Editorial Columna editoriales

Verdades y Rumores

EL AGENTE 007

Cuentan que la flamante directora del Instituto Municipal de Cultura, Ruth Idalia Ysáis, y el teniente Adelaido Flores, jefazo de la Policía Municipal, tragaron aceite el pasado fin de semana luego de un pequeño detalle con su patrón el alcalde Miguel Riquelme. Nuestros subagentes vestidos de bebedero descompuesto nos cuentan que el sábado a los dos les tocó una reprimenda marca chamuco porque resulta que, pese al encargo especial que se le hizo a la maestra de que cuidara el Canal de la Perla, recién reabierto con bombo y platillo, y que lo mantuviera listo desde temprana hora y hasta por la noche, pues parece que pesó más la “dolce vita” -o la amnesia, el Alzheimer o vaya usted a saber qué. Pero no contaba con que ese día, el inquilino del séptimo piso del horno de la Plaza Mayor llegó a visitarlo con un grupo de invitados para presumirlo y para su ingrata sorpresa, el lugar estaba cerrado con candado, apagado y los muchachos de don Adelaido en Babilonia.

Para acabarla de amolar, cuando ambos funcionarios fueron cuestionados por el cierre tempranero del paseo público, juraron y perjuraron que estaba abierto, pero se quedaron helados cuando su jefe les informó que no era cierto ya que él estaba a las puertas del sitio histórico buscando la manera de brincarse. Vaya embarazosa situación.

***

Muy feliz por ver consumada ayer su obra, el dirigente de los comerciantes de Torreón, Carlos Rangel Orona, tomó posesión como presidente de la Oficina de Convenciones y Visitantes. Pero nuestros subagentes vestidos de bote de basura de hotel que estuvieron en la ceremonia oficial, nos platican que fue el mismo Rangel quien urdió las triquiñuelas para quedarse con el organismo. Cuentan que movió todos los hilos para con, en una maniobra sigilosa, serruchar la silla del quinceañero expresidente de la Oficina, Gabriel Cornú Máynez. La jugada fue sencilla. El flamante zar de la promoción del turismo, de quien hasta ahora no se sabe cuál es su empresa, le calentó la cabeza al alcalde Miguel Riquelme (lo cual no es difícil) para que se lanzara con todo contra la OCV y su sempiterno presidente. Y lo logró filtrando algunos datillos relacionados con el descontrol financiero que por años se tuvo en el organismo, por ejemplo, el hecho de que se haya apoderado de una Suburban o que con recursos públicos haya remodelado el hotel que tiene a su cargo, además de que los viáticos los utilizaba para viajar a placer él y su familia, con lo que promovía su actividad turística y no precisamente la de la región. Lo que los malpensados cuchichean ahora es el riesgo que corre Rangel Orona de que le apliquen la misma medicina amarga porque, como ya se había dicho, no es hotelero. A ver cuánto le dura la contentura.

***

En donde la crisis se hace cada vez más evidente es en la fracción panista de regidores en el Cabildo de Torreón. Luego de la escandalosa derrota que sufrieron los candidatos a diputados locales en la pasada elección y después de que dos de los cinco panistas dieron su voto a favor para pasara de “panzazo” el enjuague de la concesión del alumbrado público, ya nada es igual entre los azules, como dicen por ahí. Nuestros subagentes vestidos de limpiavidrios del Gran Horno Municipal nos informan que a la síndica Gabriela Casale Guerra sus correligionarios le están haciendo más frío que una congeladora de cárnicos. En reciente actividad de los ediles, los panistas unieron sus recursos para la compra de artículos escolares y ayudar a sus clientes, pero no tomaron en cuenta para nada a la síndica. Ella por su parte, perdida entre los números de las cuentas públicas, sin pedir el apoyo de sus compañeros y a título personal, por escrito pidió capacitación financiera al tesorero Enrique Mota Barragán, quien ni tardo ni perezoso le recomendó un prestigiado instituto en la ciudad de Guadalajara, especializado en cursos sobre finanzas públicas. Incluso dicen nuestros subagentes que le habló de la posibilidad de otorgarle una beca para que se fuera a estudiar a la Perla Tapatía. Es decir, una especie de ostracismo por no quererse alinear con la actitud condescendiente de sus compañeros.

***

Todo parece indicar que los cambios en el gabinete estatal van a continuar. Además de la inminente salida de Armando Luna de la secretaría de Gobierno, que ya habían consignado nuestros subagentes, se oye muy fuerte otra probable sustitución. Y con eso de las calenturas por alcanzar una hamaca en la próxima legislatura federal, principalmente pluri, varios funcionarios hacen todo, menos dedicarse a trabajar. Los maldicientes cuentan que uno de los mejores ejemplos es el secretario de Infraestructura, Francisco Saracho Navarro, que quiere volver a prenderse de la ubre del erario federal, de donde se separó en la anterior legislatura para incorporarse a la administración del gober Rubén Moreira, cuando todo mundo pensaba que su gestión sería pura dulzura. Resulta que ahora, en vez de estar al pendiente de las obras y proyectos pendientes en el estado, que son varios, mejor se concentra en otras cuestiones que, dicen los enterados, están más enfocadas a su promoción personal de cara al proceso electoral. Y entre los “detallitos” que han dejado sus distracciones están, por ejemplo, su supuesto desconocimiento de cuáles son las empresas contratadas para el polémico programa del “Bacheador y su amigo el Chapopote”, aunque él es el encargado de supervisarlo, y la entrega “a medias” de los elevadores tipo montacargas del Sistema Vial Alianza. Cada vez son más las voces que señalan que al secretario le quedan escasos días en el barco estatal. Pero los observadores de la cosa pública se preguntan de qué clavo o palanca se agarró Saracho durante todo este tiempo para mantenerse en el puesto a pesar de su accidentada gestión, y para que

todavía que de premio le vayan a regalar una diputación plurinominal. Pero en este estado donde todo es mágico, además de sus pueblos, cualquier cosa puede suceder. En fin, dicen que don Francisco ya se sueña recibiendo los jugosos bonos que se otorgan en San Lázaro a los aplicados legisladores que dicen que sí a todo lo que el preciso Enrique Peña Nieto les propone, igualito -guardando las debidas distancias- que ocurre en el Congreso de Coahuila, férreamente controlado por el PRI del señor gobernador.

***

Corre la especie de que en la Dirección de Medio Ambiente, que encabeza la ambientalista Susana Estens, están sudando la gota gorda porque los van a poner a parir chayotes con eso de la megacampaña de forestación que anunció su similar en el estado, Eglantina Canales. Y es que el chistecito de querer opacar a los chicos querendones de Laguna Yo Te Quiero con su modesto, pero realista, proyecto de plantación de arbolitos va a resultar un verdadero dolor de cabeza para doña Susana y su gente. A duras penas, la dependencia ecológica municipal ha logrado sembrar 10,000 especímenes con sistema de riego incluido para garantizar la supervivencia, y ahora las huestes de don Rubén le van a endilgar la responsabilidad de hacer lo mismo con nada más y nada menos que 250,000 plantas de ornato y árboles. La gran pregunta es ¿con qué ojos van a pagar el mecanismo de dotación de agua para que, como se pregona, prendan al menos nueve de cada diez de las plantitas a sembrar? Pero más aún ¿quién se va a encargar de cuidar que no se marchiten? Dicen por ahí que las ocurrencias, tarde o temprano, terminan por cobrar altas facturas. A ver si no acaba este asunto como los mezquites plantados en el bulevar Torreón 2000, de los cuales sólo dos de cada diez siguen vivos, con todo y que son especies nativas.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1028625

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx