“Yo soy Javier, precursor de la galleta de nata de Torreón y esto es Crónica Urbana”.
Veinte años han pasado y Javier sigue conservando la tradición de las galletas hechas con nata de leche. Un negocio familiar que sigue haciendo historia.
Sí, es un negocio familiar que todos los muchachos que trabajamos aquí somos una pequeña familia y todos queremos seguir con el servicio, es una tradición. “Somos los únicos que seguimos en La Laguna”, asegura Javier.
“Este trabajo lo realizamos a mano, nosotros el trabajo que hacemos es artesanal, no usamos ninguna cortadora ni batidora, todo lo hacemos a mano, con la mayor calidad e higiene posible y es lo que nos distingue de la mayoría de los negocios. Tratamos de cuidar nuestra imagen porque todo es artesanal”, explica el trabajador.
Es una receta que no cualquiera sabe preparar en La Laguna, puesto que viene desde la Ciudad de México y por ello, son los únicos que venden estos pequeños pero ricos panecillos tal y como cuenta Javier: “La receta que nosotros tenemos es de una familia de México, yo trabajé con ellos y es una receta familiar, La mayoría de las personas venden galletas con nata pero la receta que nosotros tenemos es exclusiva”.
Si de clientes hablamos hay de todas las edades, inclusive desde antes de nacer puesto que Javier el jefe del negocio, dice que muchas mujeres embarazadas suelen tener antojos de galletas hechas a base de nata.
“Son clientes de nosotros incluso antes de nacer porque las mamás tenían antojos y ya como tenemos 20 años en el mercado, pues ahorita los muchachos de 15 y 17 años han crecido con nuestra tradición de galletas de nata”.
Mil doscientas galletas, son las que a diariamente se cuecen sobre un comal en la avenida Morelos a media cuadra de la Plaza de Armas de Torreón. Éstas que comienzan a emitir un indescriptible aroma por las calles aledañas.
“En un día normal hacemos unas 1,200 galletas”, contó el propietario del negocio con respecto a las cantidades de producto que maneja por jornada.
Javier Ramírez y sus galletas de nata se encuentran en avenida Morelos entre Cepeda y Rodríguez, en el Centro de Torreón.
“Recién hechas es el mejor sabor, aunque no pierden calidad en cuestión de comerlas un poco frías. Es que a la gente a veces no les gusta comer la masa caliente por cuestión de que no se quieren empachar”.
Frías o recién quitadas de la estufa la gente las prefiere y para acompañarse; leche, café, chocolate, refresco o simplemente solas.
“El mejor sabor es con leche o con un buen café. Vendemos todo el año y es lo único que vendemos, galletas de nata”.
Javier platicó que la leche es procesada por ellos mismos de forma artesanal para obtener la nata, un producto confiable y de alta calidad.
“Lo que pasa es que la leche bronca o la leche directa de la vaca contiene muchos anticuerpos que el animal le cede al crío, entonces para nosotros los seres humanos necesitaría primero pausterizarse pero el sector salud tiene como régimen el no usar esa leche así directamente. Nosotros ahora lo que hacemos es que la trabajamos, la leche normal y la cortamos con algún cítrico para poder cuajarla y hacer la nata de leche”, concluyó Javier en esta Crónica Urbana.
Javier y sus galletas de nata son la Crónica Urbana de esta semana.
