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Una envoltura Poderosa

Descubre todos los beneficios que se encierran en las cáscaras

Una envoltura Poderosa

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Edith Hernández

Alguna vez te has preguntado, ¿qué contienen las cáscaras de las frutas y las verduras? La mayoría de las personas se la viven gastando en productos para encontrar la mayor cantidad de fibra sin tomar en cuenta que la tienen a la mano y la tiran a la basura o la botan a los desperdicios.

La nutrióloga Karina Yarheli Luna Zavala mencionó que en las cáscaras de las frutas y las verduras se pueden encontrar los dos tipos de fibra, la soluble e insoluble.

La fibra insoluble no es soluble en agua, este tipo de fibra aumenta el peso de la deposición, así como la frecuencia de movimientos intestinales; por consiguiente evita el estreñimiento, las hemorroides y otros desórdenes intestinales. Entre las buenas fuentes de fibra insoluble se incluyen cáscaras de verdura y frutas. La fibra soluble se descompone por microorganismos intestinales y dan el combustible para mantener sanas las paredes intestinales. La fibra soluble también sujeta las sales de bilis en los intestinos, lo cual ayuda a bajar el colesterol y a prevenir enfermedades de la vesícula biliar. Buenas fuentes de fibra soluble son frutas, zanahorias, avena y arroz.

De esta manera podemos identificar cual es el contenido de las cáscaras de frutas y verduras dependiendo del tipo de fibra. De las cuales podemos citar:

Celulosa: es la forma no digerible de la fibra que se encuentra en las capas exteriores de frutas y verduras. Este tipo de fibra es excelente para tratar el estreñimiento, hemorroides y venas varicosas.

Hemicelulosa: Se encuentra en paredes celulares de plantas, manzanas y vegetales de hoja verde.

Pectina: Sustancia que mantiene unidos los tejidos de las plantas, se encuentra en todas las paredes de las células de las plantas, así como en la piel exterior y la corteza de frutas y verduras. La pectina se encuentra en manzanas, zanahorias, frutas cítricas y otras cáscaras de frutas y verduras.

Goma: esta clase de fibra es similar a la hemicelulosa pero se encuentra en la capa interior de la capa endosperma de nueces, semillas, legumbres y granos.

En el aspecto nutritivo, se insiste en aprovechar al máximo las frutas y las verduras, ya que ciertos nutrientes valiosos de los vegetales se concentran en la piel. Sin embargo, es habitual pelar una manzana y tirar la piel a la basura, una práctica que se repite con la cáscara de otras frutas (naranjas, plátano, melones, sandías, etc.) o los restos de las verduras.

En la piel comestible de las frutas, así como en las hojas y zonas más externas de las hortalizas, se concentra una parte importante de la vitamina C y de la vitamina A, ambas con potente acción antioxidante. Se estima que el contenido de la vitamina C es de tres a cinco veces mayor en la piel que en la pulpa. En realidad, no todas las frutas contienen más cantidad de nutrientes en la piel que en la pulpa, pero esta parte de la fruta sí reúne una fracción importante de la composición nutricional global, en particular, vitaminas, compuestos antioxidantes y fibra, sobre todo, insoluble. Esta es, desde la óptica dietética, una razón más que suficiente para comer la fruta con piel y sacar el máximo partido a las hortalizas.

La ingesta de frutas y hortalizas ricas en carotenoides -los compuestos colorantes vegetales que tornan la cáscara de muchas frutas de colores intensos (amarillo, naranja, rojizo)- se ha asociado con una mayor coloración de la piel humana.

Por otra parte, la cáscara ayuda a conservar todas las propiedades de la fruta, ya que al quitarla, el contacto con el ambiente hace que se oxiden rápidamente y se pierdan muchas de sus vitaminas y antioxidantes. Sin embargo, muchas personas tienen miedo de comer la cáscara de las frutas porque temen que puedan estar ingiriendo pesticidas u otros contaminantes. La solución para esto es lavarlas muy bien, utilizando agua jabonosa y un cepillo, de manera que se elimine cualquier contaminación o sustancia que pueda encontrarse en la cáscara.

Un aspecto importante es que a veces las personas suelen abusar en el consumo de algunos alimentos y si la persona comienza a ingerir una gran cantidad de fibra podría ser contraproducente y causarle malestar estomacal, distensión, meteorismo, diarrea persistente y una deshidratación. En este caso se recomienda acudir con un nutriólogo para poder ajustar la cantidad de fibra acorde a sus necesidades.

En cuanto a los jugos, no sólo se ha eliminado la cáscara, sino que muchas de las vitaminas y sustancias naturales de las frutas se han perdido por el contacto con el ambiente. Además, si les agregamos azúcar estaremos añadiendo calorías extra provenientes de azúcares simples, por lo que puedes deducir que comer la fruta entera y fresca es la mejor opción siempre que sea posible.

Finalmente, la fibra ayuda a darte una mayor sensación de saciedad, por lo que comer la fruta entera y con cáscara contribuye a tu plan de alimentación brindándote todas sus propiedades saludables y ayudándote a controlar tu apetito.

Existe una infinidad de usos de las cáscaras, e inclusive nuestras abuelitas son quienes nos han heredado este tipo de remedios caseros. La nutrióloga aconseja que ahora en adelante aproveches todas esas bondades que nos brinda la naturaleza en sus envolturas tan poderosas. Siempre elige lo natural.

TORTILLA DE CÁSCARA DE PAPA

Tiempo de elaboración: 15 minutos.

Ingredientes para 1 porción: Aceite vegetal (el necesario). La cáscara de 3 papas (guardar el resto para otras recetas, remojando en agua). Sal y pimienta molida (en cantidad al gusto). 1/2 cebolla cortada en juliana. 1 ajo sin piel finamente picado. 5 huevos. Sal (en cantidad al gusto). 3 cucharadas de aceite de oliva virgen.

Preparación: Calentar aceite en una sartén y colocar las cáscaras de papa; salpimentar. Agregar la cebolla, tapar y cocinar a fuego bajo hasta que la cebolla esté suave; mover hasta que las cáscaras se rompan. Añadir el ajo y cocinar 2 minutos más e inmediatamente escurrir; dejar entibiar y reservar. Aparte, mezclar en un tazón los huevos con un poco de sal e incorporar la mezcla de las cáscaras con la cebolla. Calentar una sartén de aproximadamente 18 centímetros de diámetro y verter el aceite de oliva. Cuando esté caliente, incorporar la mezcla y dar forma de tortilla. Una vez que la tortilla esté dorada por los dos lados (el centro estará suave), retirarla del fuego, dejar enfriar un poco y servir.

Algunos usos:

La cáscara de plátano: Puede frotarla en su piel si tiene manchas, alergias, verrugas o vitíligo. Se aplica en la noche y se deja reposar hasta el día siguiente.

La cáscara de papa: Se raya la cáscara y se remoja en agua, el líquido es muy útil para evitar y aliviar los cálculos a la próstata.

La cáscara de cacao: Es excelente para tener más leche cuando una madre está dando de lactar. Se puede hacer hervir con clavo de olor, canela y hojas de cacao. Ayuda a desintoxicar el organismo y prevenir la celulitis.

La cáscara de piña: Es ideal para desintoxicar el organismo, para desinflamar y es un diurético. Evita la retención de líquidos.

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