Al presidente Barack Obama le comienza a llover sobre mojado.
Su carisma y popularidad que años atrás llegó a niveles históricos, comenzó a descender a porcentajes nunca vistos a lo largo de sus dos períodos de gobierno.
Las últimas encuestas revelan que al menos el 55 por ciento de los norteamericanos desaprueba su gestión e incluso un alto porcentaje sostuvo que le hubiera ido mejor a Estados Unidos con Mitt Romney.
Pero hubo otra encuesta de la Universidad de Quinnipac que debió ser particularmente dolorosa para los seguidores del mandatario demócrata.
Los resultados arrojaron que un 33 por ciento de los electores consideró a Obama como el peor presidente de la historia desde la Segunda Guerra Mundial.
Esto supone un duro revés para quien en algún momento llegó a ser considerado como el presidente más popular desde John F. Kennedy.
Por cierto, el segundo peor presidente, según la encuesta, resultó ser George W. Bush con el 28 por ciento y Richard M. Nixon, autor del escándalo de Watergate, se llevó el tercer lugar con un 13 por ciento.
La caída en la imagen de Obama tiene su origen en diversos puntos: la economía aún incierta, el plan de salud que no despega, los choques constantes con el Congreso, su apoyo abierto a leyes polémicas como el matrimonio gay, sus contradicciones en el tema de inmigración y finalmente su fracaso en su relación con Rusia y su presidente Vladimir Putin.
Es aquí donde queremos enfocar el comentario de nuestro artículo de hoy.
La pugna entre Putin y Obama no es nueva y data de tiempo atrás, cuando el mandatario ruso comenzó a desplegar una campaña de acercamiento con gobiernos no afines a la esfera norteamericana, entre ellos varios latinoamericanos como Venezuela, Argentina y Cuba.
El primer choque frontal se registró hace un año cuando Edward Snowden, informante y exempleado de la CIA y quien divulgó documentos secretos de Estados Unidos, fue asilado por el gobierno de Rusia.
Obama estalló en furia y acordó, junto a sus aliados europeos, acciones de represalia contra Putin, quien ha hecho caso omiso a las advertencias.
A los pocos meses la relación se tensó todavía más con el conflicto de la península de Crimea que finalmente quedó bajo poder de los rusos en una jugada militar en contra de Ucrania.
Desde entonces los analistas mundiales han elevado su nivel de preocupación por la actitud bélica y desafiante de un Putin, quien de amigo y miembro del Grupo de los Ocho, se convirtió en prácticamente un opositor a las políticas de Occidente.
El periodista italiano Giulietto Chiesa asegura que Estados Unidos se alista para una tercera guerra mundial ante la animadversión con los rusos que se intensificó con el ataque a un avión comercial en cielo ucraniano. Según la Casa Blanca, tuvo el visto bueno del gobierno de Putin.
Lo grave del asunto es que esta crisis internacional se presenta cuando la popularidad de Barack Obama atraviesa su peor momento. Esto podría desatar -como lo hemos visto en el pasado-la toma de acciones bélicas con miras a recuperar parte del capital político perdido.
Seguramente Obama debe sentirse frustrado porque no le funcionan varios de sus programas, entre otros el económico que impulsó un inesperado repunte del 4 por ciento en el segundo trimestre de este año, pero luego de haber registrado números rojos en el primer trimestre.
Aboguemos para que el hombre más poderoso del mundo no vaya a tomar decisiones funestas, inmerso en la soledad de la Casa Blanca.
NOTAS FINALES…
Terrible la tragedia que vivieron familias sonorenses cuando la crecida del río Cabullona arrasó con autos y ocupantes que participaban en una excursión… Son diez los cadáveres rescatados que quedaron dispersos a lo largo de kilómetros en esta zona cercana a Agua Prieta… A punto de concretarse la aprobación final del paquete de leyes secundarias de la Reforma Energética… Esperemos que los beneficios para México los veamos pronto en materia de inversiones, creación de empleos y reducción de los precios de energéticos… ¿Será?..
Comentarios a [email protected]
