El New York Times, uno de los periódicos de mayor prestigio e influyentes en los EUA, publicó a finales del mes de julio, un reportaje que promueve la legalización de la distribución y consumo de la marihuana en ese país.
José Rodríguez Prado, un amigo lector, me compartió una editorial mexicana que trata sobre la grave responsabilidad que tienen los medios de comunicación y las consecuencias que provocan la desinformación o parcialidad de algunos articulistas.
Ambas noticias me llevaron a buscar información sobre el uso de la marihuana y sus efectos en la salud del hombre. Inmediatamente brotó la incongruencia entre la propuesta norteamericana y los conocimientos que se tienen en el medio científico sobre su consumo.
Lo triste del caso es revisar las opiniones de mexicanos y encontrarme con una postura a favor de la legalización, en base a lo enunciado por el periódico neoyorkino. ¿Seguimos siendo influenciados por el malinchismo?
Hace un año, la discusión despertó las plumas de articulistas y vinieron las repuestas de los expertos en la materia. Así, Silvia Cruz Martín del Campo, investigadora del Departamento de Farmacobiología del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav), informó del daño que provoca, particularmente en los jóvenes, advirtiendo: "los efectos que a largo plazo de la ingestión del THC -delta -9- tetrahidrocannabinol- serán mayores en los adolescentes. Uno de ellos, será la disminución de algunas funciones cognitivas, en particular la capacidad de consolidar algo que estás aprendiendo". " (...) "mientras más joven inicia la ingestión mayores serán los efectos a largo plazo".
También dijo: "No se afecta la memoria previa, pero si tienes a un joven bajo el efecto de cannabis y le enseñas algo, esa información difícilmente la puede aprender o repetir, está demostrado" .
Por otra parte, Alejandro Sánchez Guerrero, director de Prevención de los Centros de Integración Juvenil (CIJ), refirió como consecuencia del consumo de marihuana la falta de memoria y capacidad de aprendizaje y que el lóbulo frontal del cerebro es uno de los más afectados al consumirla, repercutiendo en la toma de decisiones, provocando además episodios depresivos, apatía y afectando al sistema inmunológico.
Habrá que abonar, a fin de no desinformarle, sobre los beneficios que presenta su uso en los casos de algunas enfermedades, principalmente para combatir dolor en pacientes terminales con cáncer o patologías del sistema músculo-esquelético.
En los EUA, casi la tercera parte de la población radica en estados federados que permiten el uso de la marihuana y el alcohol como medio de liberación de estrés o angustia.
Otro dato importante es que en aquel país, los estudios post mortem, señalan que el alcohol y la patología postraumática de la guerra son causantes de más problemas sociales; sin embargo, lo anterior no justifica subestimar los efectos que la marihuana provoca, principalmente entre adolescentes.
Ya en otros "Diálogos" hemos insistido en la calidad de la educación y la importancia que tiene para nuestro despegue económico-social hacia mejores condiciones de vida; los daños generados en los jóvenes en edad escolar son importantes y esa es una razón suficiente para combatir el consumo, más aún, para evitar que se legalice en México. Tan sólo pensemos en las consecuencias que tiene para el aprovechamiento académico y podrá dimensionar lo grave del daño que puede ocasionarnos al mediano y largo plazo.
Regresando al comentario de José Rodríguez Prado, reconozcamos que quienes tenemos la oportunidad de expresarnos por escrito en los medios de comunicación, debemos buscar, en la medida de nuestras posibilidades, la información que aporte para que el lector desarrolle criterio propio; para el uso de drogas, sea marihuana, anfetaminas u opiáceos, es conveniente balancear las opiniones vertidas con las de científicos para aportar mayor luz en lo que vamos a decidir.
De nuevo aparece la importancia de comprender nuestro derecho a la información. Defenderlo es un gran avance para las sociedades de finales de siglo XX y principios del XXI, pero igual de trascendente es dar el mejor uso a tales adelantos en las culturas del mundo, siendo muy importante recordar aquello de "mi libertad acaba donde inician los derechos de los demás".
La libertad requiere de información para tomar decisiones; queda claro que sin criterios para ejercerla representan una forma de entorpecerla.
El derecho a decidir en "mi" persona y la influencia en los demás, termina en el punto donde lleguemos a utilizar la libertad para transformarla en libertinaje y, desde luego, que defiendo el principio de la comunicación que dice: "no estoy de acuerdo con tus ideas, pero defiendo tu sagrado derecho a expresarlas".
Conociendo los efectos de la comunicación en el mundo globalizado y con los nuevos sistemas aportados por Internet, veamos que tanto influyen en México las posturas liberales de nuestros vecinos del norte. ¿Qué opina?
