'Extraño a mis hijos, pero me aguanto'

Después de ser arrollado por el ferrocarril cuando intentaba subir a los vagones para continuar con su viaje a los Estados Unidos, Edwin Armendáriz, un hondureño indocumentado, se aferra a seguir luchando para conseguir un mejor futuro para sus dos hijos.

"No sé como me caí, quedé inconsciente y cuando me desperté ya estaba aquí en el hospital", dice Armendáriz.

Los médicos lo reportan como estable, luego de que el accidente le dejó heridas en la cabeza y escoriaciones en diversas partes del cuerpo.

Le fue practicada una tomografía y el cráneo resultó sin alteraciones. El día de ayer fue valorado por el neurólogo para descartar alguna afectación y estuvo en observación, hoy se espera que pueda ser dado de alta.

Pese a esto y desde la cama 3 del área de urgencias en el Hospital General de Gómez Palacio, el hombre comenta que desea continuar su camino, señala que la pobreza y la mafia fueron los detonantes para que abandonara su país. "Extraño a mis hijos, pero me aguanto", comenta el joven de 23 años.

Actualmente, sólo lo acompaña su mochila en la que trae dos playeras que quedaron manchadas de sangre después de que fue aventado por el tren, por lo que ahora pide ayuda para que alguien le pueda facilitar alguna prenda para vestir al salir del nosocomio.

Después de que tomó la decisión de salir de su país, el joven fue abandonado por su esposa. Dice que ella lo dejó para refugiarse en el mundo de las drogas, incluso abandonó a sus pequeños y los dejó con su suegra.

Por otra parte, Edwin relata que su madre lo abandonó a los sietes meses de nacido dejándolo con su abuela, con quien vivió prácticamente un infierno.

"Ella (su abuela) me colgaba de una viga, con una cuerda me ataba el cuello y ahí me dejaba por tres minutos, era un castigo por haberme portado mal", asegura el migrante.

El muchacho cuenta que su madre se dedica a la venta de marihuana en Honduras y que nunca lo mandaron a la escuela, por este motivo, dice que tuvo que aprender en la calle a leer y escribir.

El migrante dice que saliendo del nosocomio se pondrá a trabajar para juntar dinero y poder emprender su viaje a los Estados Unidos para dar estabilidad a sus hijos.