El rostro, los gestos y la distancia entre cada elemento de la cara determinan la primera impresión que una persona se puede llevar de alguien que no conocía. (ARCHIVO)
Hay quienes creen que vestir de una u otra forma les permitirá encajar en algún grupo social o consideran que su vestimenta es fundamental para dar una buena impresión a cualquier lugar que van, pues estas personas se han equivocado de forma rotunda.
Un estudio realizado en la Universidad de York en Inglaterra, demostró que las personas generan su primera impresión de otras en base al rostro y no en la vestimenta o atractivo físico.
Los investigadores recopilaron un conjunto de mil fotografías de internet en las que las personas aparecían en distintas poses, rasgos diferentes y hasta con ángulos de luz distintos. Las imágenes fueron marcadas con 65 puntos en cada cara para medir distancia entre, por ejemplo, ojos y nariz o forma de la mandíbula, separación de cejas, entre otras características.
Una vez clasificadas las fotografías, fueron presentadas a un grupo experimental y se les pidió que las clasificaran en base a tres criterios: accesibilidad (¿Esta persona te ayudaría o te haría daño?), dominación (¿Están capacitados para hacer algunas acciones?) y atractivo (¿Sería una buena pareja?), tal y como explica el portal ABC.es.
El resultado fue que aquellas imágenes seleccionadas como 'accesibles' presentaban rasgos comunes, como una buena sonrisa, los rostros de varones por lo general fueron clasificados como 'dominantes' y aquellos con ojos bien abiertos o más grandes fueron considerados como 'atractivos'.
Con este experimento los científicos de York determinaron que las primeras impresiones son fundamentales para catalogar a una persona, a pesar de que el rostro de alguien puede ser fingido o exprese una emoción falsa.
Es por ello que es fundamental elegir una imagen correcta en un currículum o en el perfil de una red social, pues sin importar que la expresión mostrada en la imagen sea sincera, ésta bastará para formar un criterio para quienes nos conocen por primera vez.
Otro dato interesante de este estudio es que las personas pueden formarse un criterio de otra persona que no conocen en tan sólo 100 milisegundos.