A pesar de los nubarrones internos y de la turbulencia mundial, Estados Unidos encarriló su economía al grado que los mercados bursátiles baten récord tras récord gracias al magnífico desempeño de muchas de sus empresas, en particular las tecnológicas.
Hoy en día los inversionistas se preguntan cuándo podría cesar el crecimiento de los mercados bursátiles norteamericanos luego de tres años de haber superado uno de sus peores trances.
A raíz de la profunda crisis inmobiliaria de 2008 y que golpeó con fuerza a todo el globo en 2009, las bolsas neoyorquinas no han detenido su carrera alcista desde 2011 a pesar de la constante incertidumbre, las amenazas de recesión y el alto desempleo.
El analista financiero Jonathan Golub dio a conocer en días pasados datos reveladores que indican que el mercado accionario alcanzó su tercera mejor racha de crecimiento de los últimos 25 años sin registrar una caída del 10 o más por ciento.
De hecho el índice Standard & Poor's 500, el de mayor confiabilidad para los inversionistas, llegó a los 1,020 días sin registrar un ajuste de dos dígitos en los últimos tres años.
La última caída del mercado ocurrió en 2011 cuando el índice S&P 500 vivió cinco meses de turbulencia para registrar un drástico descenso del 19 por ciento.
Desde entonces y a la fecha el índice ha vivido un sorprendente crecimiento del 80 por ciento con correcciones siempre menores al 10 por ciento en estos tres años.
Esto significa que si usted hubiera invertido mil dólares en dicho mercado actualmente su saldo andaría sobre los 1,800 dólares, una ganancia nada despreciable cuando las tasas de interés en Estados Unidos están debajo del uno por ciento y en México si acaso llegan al cuatro por ciento.
Este disparo del mercado bursátil -en 2013 fue del 30 por ciento-mantiene tensos a los inversionistas quienes se preguntan ansiosos cuándo se producirá una corrección en las bolsas.
¿Estamos, pues, frente a una nueva burbuja que habrá de estallar en cualquier momento al igual que sucedió en 2008 con el sector inmobiliario?
Pues la respuesta es no, según Jonathan Golub, estratega para el mercado norteamericano de RBC Capital Markets, una institución financiera de origen canadiense.
El especialista señala que el índice S&P 500 lleva un crecimiento de casi el 7 por ciento en este año y pronostica que seguirá al alza por dos razones principales: los riesgos de una recesión son cada vez menores al tiempo que la volatilidad se ha reducido ante una economía más estable.
En los últimos 25 años se han registrado sólo dos rachas de la bolsa superiores a la actual. De 1990 a 1997 el índice de S&P 500 acumuló 2,573 días sin registrar un ajuste superior al 10 por ciento. Eran los tiempos del encanto clintoniano hasta que el caso Lewinsky acabó con la estabilidad económica y política de la Casa Blanca.
El segundo período de bonanza empezó en el año 2003 y concluyó en 2007 para acumular un total de 1,833 días sin que se produjera una caída del índice superior a dos dígitos. Fue la época dura posterior a los atentados a las torres gemelas, pero por la liquidez mundial y acciones torpes de la Reserva Federal, se infló el mercado inmobiliario lo que derivó en una de las peores crisis financieras desde la depresión de 1929.
Si vemos con optimismo el panorama son apenas 1,020 días sin correcciones contra 2,573 y 1,833 de años anteriores. La bonanza bursátil puede, pues, prolongarse dos años más con efectos favorables para la economía mundial, en donde México y sus empresas resultarán beneficiados.
Las reformas estructurales parecen ser ese acicate que necesita el país para relanzar su crecimiento, pero simultáneamente se requiere arreglar infinidad de rezagos y cuellos de botella como el campo, la educación, la seguridad, la corrupción y el sistema de justicia.
UNA PREGUNTA
¿Por qué el señor Vicente Fox sale al rescate de Mamá Rosa y su albergue La Gran Familia hasta ahora y no en años pasados? ¿Acaso ignoraba las fallas de la institución cuando dice conocer de muchos años atrás a su fundadora?
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