Delicado. El campo mexicano continúa sometido al subdesarrollo a pesar de los múltiples programas de desarrollo.
La reforma para el campo se construye con la participación de todos, para hacerla realidad con el consenso de las diferentes fuerza políticas, afirmó José Antonio Rojo García de Alba, presidente de la Comisión de Agricultura y Sistemas de Riego.
En los Foros para la Transformación y la Modernización del Campo, organizados por el Centro de Estudios, con el tema "Extensionismo, Capacitación e Investigación", el diputado federal aseguró que se requiere un nuevo marco jurídico para el agro.
El legislador del PRI consideró que "no podemos seguir como estamos, porque la realidad nos alcanzó. Los programas y el diseño de las políticas públicas no funcionan y no son acordes a las necesidades que tenemos".
La reforma para el campo, a diferencia de las otras, es que no hay un documento rector que el gobierno de la Republica haya enviado a los legisladores para discutir, o que esté impuesto un criterio en función del pensamiento de alguien sobre cómo debe ser, comentó.
Por ello, agregó, la propuesta concentrará las opiniones de los que saben del tema, "hay talento en el campo y ayudarán a definir la reforma", donde el Centro de Estudios para el Desarrollo Rural y la Soberanía Alimentaria (CEDRSSA) es el eje de la discusión.
Por su parte, el presidente de dicho comité, Marco Antonio González Valdez, alertó que en "los temas del campo ya no hay focos amarillos, son puros focos rojos". Otro llamado de atención en la agenda del campo es el extensionismo, anotó.
El funcionario consideró que los foros enriquecen el debate y coadyuvan a armar una reforma entre todos, porque de tener un sector agropecuario pujante a finales de los ochenta, "ahora deja mucho qué desear y qué hacer".
Para el director general de Desarrollo de Capacidades y Extensionismo Rural de la Sagarpa, Jorge Galo Medina Torres, México enfrenta el reto de ofrecer asistencia técnica a cuatro millones de productores agropecuarios.
Ello, indicó, porque 97 por ciento carece de dicho apoyo, sobre todo porque la agricultura familiar es clave para lograr la autosuficiencia alimentaria. Sólo tres de cada cien productores reciben asistencia técnica, precisó.
En ese contexto, propuso "un extensionismo holístico público" con el desarrollo rural, que dignifique al productor y considere su visión integral para transformar las unidades agropecuarias y forestales, mediante un trabajo conjunto con los técnicos.
Entre 70 y 75 por ciento de las actividades del agro nacional son unidades familiares con menos de cinco hectáreas, que requieren apoyo inmediato para superar el rezago y hacerlos rentables.
La meta para 2018 es lograr una cobertura técnica del 50 por ciento de los productores para convertir al campo en una unidad productiva sostenida, siempre urgiendo la transversalidad, fundamental para el futuro, precisó el funcionario federal.
