La inmunoterapia, nueva esperanza
Millones de personas en todo el mundo han padecido o padecen algún tipo de cáncer, enfermedad que en muchos casos es sinónimo de muerte. Sin embargo, existe un nuevo tratamiento capaz de borrar esos adjetivos y brindar la esperanza de una mejor calidad de vida a quienes lo sufren, se tata de la inmunoterapia.
Sebastián pasó la última década de su vida en hospitales, clínicas y centros de medicina alternativa. A sus casi treinta años no había podido ganar la batalla definitiva contra el cáncer, hasta que se sometió a un tratamiento de prueba en Estados Unidos logró tener mejoras rápidas e importantes en su estado de salud. Ya no fue necesario inyectarle más sustancias químicas agresivas, someterlo a cirugías o radiaciones, los médicos le explicaron que ahora sus células habían aprendido a “defenderse y atacar” al cáncer. Ahora le quedaba la alternativa de vivir una vida saludable y esperar que la enfermedad se fuera para siempre.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Sebastián se sometió a un tratamiento de inmunoterapia, una técnica que fue retomada de manera oficial hace menos de cinco años por investigadores en el campo de la medicina. Consiste en utilizar lo más 'elemental' para mejorar la salud en casos de enfermedades como el cáncer, de 'enseñar' al sistema inmune a que desarrolle y perfeccione la capacidad de atacar las células malignas y así poder mejorar la salud en general.
En México, el Instituto Nacional de Cancerología (INCan) ya ha catalogado este tipo de tratamientos como una posible nueva etapa en la lucha contra el cáncer, aunque se le sigue viendo como tratamiento en etapa de pruebas, pues su aplicación se limita a sujetos previamente seleccionados para medir resultados, como fue el caso de Sebastián.
En promedio, se comienzan a ver mejoras en la salud en un plazo de tres a cinco semanas, mientras que con quimioterapias el periodo de resultados se mide en meses.
En ese tiempo, el paciente que recibió la inmunoterapia no experimenta pérdida de cabello, dientes o debilidad física, como en las radiaciones, lo que también permite una mejora sustancial del estado de ánimo y la autoestima.
En Estados Unidos la terapia ya se ha probado con resultados positivos hasta el momento, en ciertos sectores de la población. En México únicamente se aplica la inmunoterapia en casos de cáncer de piel debido a que se trata de un tipo de padecimiento que ofrece a los médicos un mayor margen de maniobra.
En nuestro país, los resultados han sido “alentadores”, según el propio Incan, aunque todavía no se le puede considerar como un sustituto de los tratamientos tradicionales contra el cáncer, por lo menos no en el corto o mediano plazo; el objetivo es mejorar la calidad de la salud de los pacientes con tratamientos cada vez más efectivos y menos agresivos, la inmunoterapia va por buen camino, señala el instituto en un comunicado emitido este año.
La terapia tiene varios pasos que se han ido perfeccionando con el paso de los años, primero se eliminan las llamadas células T del organismo del paciente, que se encargan de una gran parte de las funciones del sistema inmunológico. A esas células se les realiza una “programación nueva”, con nuevos genes, es decir, se modifican para reinsertarlas en el cuerpo más tarde.
Una vez dentro del cuerpo del paciente, las nuevas células T ubicarán de inmediato a todas las células cancerígenas, las eliminarán y estarán listas para atacar de la misma forma en caso de que vuelvan a aparecer.
A ESTUDIAR LOS RESULTADOS
Algunas pruebas en Estados Unidos han arrojado que en un sesenta por ciento de los casos se pueden llegar a registrar células T activas hasta después de tres años de haber iniciado su aplicación, pero ese no es el problema que enfrenta la inmunoterapia en general.
El principal reto de esta terapia reside en la naturaleza propia del cáncer, de un veinte a un cuarenta por ciento de los pacientes que se han sometido a la inmunoterapia han experimentado recaídas debido a la mutación de las células cancerígenas, es decir, en algunos casos incluso llegan a tomar la forma de células normales y resulta imposible ubicarlas y eliminarlas.
Es ahí donde debe enfocarse el trabajo de los investigadores, en encontrar nuevos componentes que permitan a la inmunoterapia avanzar tan rápido como lo hace el cáncer, evitar que los pacientes tengan nuevas células mutantes que puedan afectar en los años posteriores a la terapia.
Ese aspecto es uno de los principales obstáculos que han impedido que este tratamiento sea utilizado como sustituto de los tradicionales, sin embargo, dado su bajo costo de aplicación y su facilidad de llevar a cabo podría representar el futuro de la lucha contra el cáncer, siempre y cuando logre elevar sus estadísticas de efectividad.
La ventana de oportunidades para la inmunoterapia es todavía más grande tomando en cuenta los costos de la medicina actual y su operatividad en países marginados, donde el costo de las radiaciones, trasplantes y otros tratamientos contra las células malignas son prácticamente incosteables para el grueso de la población.
Dentro de los mejores pronósticos existe la esperanza de que este tratamiento pueda llegar a elevar su nivel de efectividad y comenzar a aplicarse de manera formal en todo el mundo en los próximos cinco años.
Twitter: @betoiturria
