EDITORIAL Sergio Sarmiento Caricatura Editorial Columna editoriales

Verdades y Rumores

EL AGENTE 007

No cabe duda: el destino del PAN y el de la selección brasileña de futbol están unidos en este verano. Cuando la escuadra “verde amarela” apenas digería la paliza que le propinó la ahora campeona Alemania, llegó la Holanda de Robben a robarle cualquier esperanza de consuelo con otra goleada. Bueno, pues lo mismo le acaba de pasar el fin de semana al equipo albiazul dirigido por Bernardo González y comandado por el diputado federal Guillermo Anaya. Luego del 16 a 0 del domingo 6 de julio, los panistas se preparaban para recibir sus premios de consolación, es decir, unas cinco diputaciones plurinominales. Pero no contaban con la astucia de los marrulleros ingenieros electorales del equipo tricolor, quienes aprovecharon que los anayistas estaban aturdidos por la goleada y se movieron para dejar a su archirrival con una triste curul de representación proporcional de las nueve que estaban en juego.

Es decir que, mientras Acción Nacional pretendía ganar su último juego por marcador de 5 a 4, terminó recibiendo otra paliza, ahora de 8 a 1. Los beneficiados de la artimaña priista y el mal arbitraje del instituto estatal electoral fueron los partidos satélites del PRI, los cuales, la mayoría de ellos no hubieran obtenido por sí solos el 2 por ciento necesario para reclamar una pluri. El truco estuvo en el reparto de votos que hizo el tricolor para permitir que, por ejemplo, el Partido Popular Campesino que en seis de los nueve distritos en los que apareció solo en la boleta no alcanzó ni el uno por ciento, pudiera acceder a un escaño, al igual que el PAN que obtuvo un total del 23 por ciento de los sufragios. Los albiazules que se mostraban muy confiados de poder aumentar su participación en el Congreso estatal de dos a cinco curules en la próxima legislatura, fueron blanco (una vez más) del clásico madruguete y no supieron ni por dónde les entraron los goles. Pero como para que no digan, ya preparan su estrategia de impugnación ante el Tribunal electoral, al más puro estilo de "¡No era penal!".

***

Independientemente de lo que ocurra en el proceso de impugnación, quien ya se alista para ocupar su hamaca en la Legislatura LX es Chuy de León, quien por fin, luego de dos derrotas consecutivas en la contienda para ser alcalde de Torreón, "ganó" su diputación de consolación aunque, claro está, sin despeinarse ni ensuciarse los zapatos. De los otros que ya se preparan para vivir o seguir viviendo de las mieles del erario sin haber movido un dedo, llama la atención el caso de Claudia Morales, exprimera dama de Torreón y exfuncionaria estatal, quien entrará al parque recreativo -perdón, Cámara de Diputados- con un boleto patrocinado por el PSD (¿qué no era priista?), otro partido palero del PRI. Pero también hay casos dignos de los más profundos análisis, como el de Abundio Ramírez, gran maestro del trapecio político, quien luego de vestir la camiseta del tricolor y del PRD, regresa al Congreso en representación del membrete PRC, que en siete de los nueve distritos en los que apareció en solitario no rebasó siquiera los 100 votos. Incluso, los candidatos independientes que empezaron la campaña después y con menos recursos sacaron más votos en los distritos que contendieron que el negocio -perdón, partido- de don Abundio. Algo similar ocurrió con el PPC, que logró meter a la cámara estatal a Leonel Contreras, hijo del conocido cacique matamorense Jesús Contreras Pacheco. Y por el arriba mencionado PCP entró José Luis López, quien además de ser dueño del membrete partidista es líder de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas, organización desde la cual tuvo la "ocurrencia" (Rubén Moreira dixit) de proponer la creación de autodefensas en Coahuila. Pero don José Luis es también autor de otra perla, la de promover en algún momento al "profe de la deuda", Humberto Moreira, como candidato. Como podrá usted observar, atónito lector, puro personajazo tendrán los coahuilenses como representantes en el Congreso.

***

Y una vez que recibieron sus constancias de mayoría Luis Gurza y Leticia Castaño, también grandes diestros del trapecio, fueron entregadas las dos regidurías vacantes del ayuntamiento de Torreón. Aunque dicen las malas lenguas que mejor se hubieran quedado sin ocupar esos asientos, ya que la única diferencia sustancial es el ahorro en sueldos y prestaciones, los ungidos se preparan ya para, solemnemente, regir los asuntos públicos de esta ciudad. Uno de los nuevos servidores es un viejo conocido del oscuro mundo polaco local, el profe Mario Cepeda Ramírez, cacique de la CNOP, quien en pocos años ha visto afianzar su poder y control en ámbitos locales y regionales. Don Mario es conocido por mantener una estructura incrustada en el llamado Simas Rural, ente que opera en el limbo y con todas las deficiencias que cualquier mortal pudiera imaginar. También maneja las redes clientelares de varias colonias del oriente de Torreón, las cuales ha puesto a disposición del PRI en tiempos electorales. Por si fuera poco, cuentan que a través de su hijo, Mario Cepeda Villarreal, director de Desarrollo Social del gobierno riquelmista y excontralor del Simas Torreón, tiene acceso a padrones de usuarios de programas asistenciales. Los conocedores de la cosa pública local comentan que ahora, desde el Cabildo, don Mario podrá seguir alimentando sus redes de influencias y controles al más puro estilo del viejo PRI (que por lo visto es igual al nuevo), mientras el alcalde Miguel Riquelme defiende en el discurso que su forma de gobernar es diferente a la de su antecesor Eduardo Olmos. ¡Qué chulada!

***

Una incógnita se levanta respecto a la forma que trabajarán en lo sucesivo los ediles de la bancada del PAN en el Cabildo torreonense. Y es que mientras que los regidores del PRI se han manejado como un grupo compacto de soldaditos bajo las estrictas órdenes del secretario del Ayuntamiento, Jorge Luis Morán, en la otra esquina sucede lo contrario. Y es que la fracción albiazul no sólo está más desarticulada que un operativo metropolitano de seguridad, sino que además se encuentra mermada en su ánimo y vapuleada luego de la reprimenda que los mandamases del partido les dieron a los llamados panistas "traidores". Nuestros subagentes disfrazados de macetas cuentan que mientras que Sergio Lara Galván ha optado por recorrer su propio rumbo, Ignacio Corona camina por la libre como desde el arranque de la administración casi sin voltear a ver lo que hacen o dejan de hacer sus correligionarios. Sólo Verónica Soto y Ángela Campos se dirigen la palabra, aunque sea para la más elemental cortesía. Pero quien de plano apenas va un par de horas a su cubículo es la síndica de vigilancia, Gabriela Casale, y dicen las lenguas viperinas que aún no se repone del fracaso de su partido en las recientes elecciones, en tanto que otros aseguran que más bien ya sin dinero para gestoría social y sin afición por los informes financieros, pues en realidad no hay mucho qué hacer, así que es mejor ponerse un casco y subirse a la bici.

***

Dicen que no hay plazo que no se cumpla ni fecha que no llegue. Luego del ruido ensordecedor en torno a los rumores de la dimisión de Renata Chapa como zarina de la Cultura municipal, se concretó lo que en esta columna nuestros subagentes disfrazados de pinceles y carbones habían adelantado: que luego de las elecciones se daría el relevo en el Instituto. Como siempre sucede, todo tipo de especulaciones ha surgido de la boca de los profesionales de la suspicacia respecto a los motivos de su salida: que si eran muchas las críticas, que si la falta de mano izquierda, que si las dudas respecto al trabajo, que si el apagón del centro comunitario del Cerro de la Cruz por el grupo de cumbia en la visita del enviado federal Roberto Campa. Pero hay voces que van más allá y aseguran que el manotazo del alcalde Miguel Riquelme tiene que ver con problemas en el presupuesto, ya que entre los proyectos del mariachi, la escuela de cumbia y la visita de Jorge Melguizo, zar de la Cultura de Medellín, poco dinero quedó para apoyar proyectos, asociaciones y centros culturales que llevan meses pidiendo una rebanadita del pastel. Aunque como interina en el instituto fue nombrada Ruth Idalia Ysáis, hasta ahora es un misterio quién será el verdadero apagafuegos. Se comenta que la otra zarina de la Cultura, Lucrecia Martínez, le propuso al alcalde armar la terna para de ahí escoger a la heredera. No obstante, Riquelme no ha aceptado tal ofrecimiento y parece que no quiere saber nada del Consejo Ciudadano que preside doña Quecha por ahora, con lo cual se demostraría que los mentados consejos nomás sirvieron para dos cosas... ya sabe usted cuáles.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1016757

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx