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Verdades y Rumores

EL AGENTE 007

Aunque usted no lo crea, algo parece estarse moviendo en la peronera capital y en la capirucha del esmog. Algo que tiene que ver con el pavoroso caso de la megadeuda de Coahuila. Cuentan nuestros subagentes disfrazados de azafatas de aerolíneas impuntuales que hace unos días una misteriosa reunión se llevó a cabo en el cuartel del mismísimo procurador Jesús Murillo Karam. Una delegación de cuatro reconocidos panistas coahuilenses expuso al fiscal de la Nación una inquietud compartida por muchos habitantes de la provincia: que mientras en la hermana república de Texas avanzan a buen paso las investigaciones por lavado de dinero y fraude bancario contra el extesorero Javier Villarreal y el fugitivo exgobernador Jorge Torres, en la tierra de Moreira ni un lápiz se mueve para esclarecer el escabroso asunto de la deuda, del cual ambos personajes son piezas clave.

La delegación, conformada por el exsenador Ernesto Saro, la diputada federal Esther Quintana, el político-empresario Rosendo Villarreal y Ramón Nava, obtuvo de don Jesús como primera respuesta una muy política: que todos esos enjuagues de los créditos apócrifos y los dineros que no aparecen ocurrió cuando él aún no se sentaba en la silla de procurador. No obstante, como para no dejar que apareciera el fantasma de Pilatos con sus manos aún mojadas, Murillo se comprometió a revisar el caso e, incluso, dejó abierta la posibilidad de una futura reunión. Se dice que el “Grupo de los 4” va a seguir empujando para que la PGR no le dé carpetazo al tema y que la justicia alcance a quien tenga que alcanzar. Habrá qué ver qué tanto se ponen las pilas en la oficina de don Jesús. Los avezados en estos temas dicen que dependerá de qué tanta gente pueda sumarse al reclamo.

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Por cierto, quienes regresarán muy campantes y chiflando al Congreso de Coahuila son los orgullosos integrantes de la Legislatura LVIII, también conocida como la Generación de la Deuda del Profe Moreira. Se trata de Francisco Tobías, Verónica Martínez y Shamir Fernández, quienes en 2011, antes de dejar su curul, no tuvieron empacho de levantar la mano para autorizar los 36 mil millones de pesillos de los créditos solicitados en parte con trampas, y usados, al menos la mitad, para oscuros intereses que hoy siguen causando intriga. El asunto es que para los coahuilenses que votaron por el tricolor y para los que prefirieron quedarse en casa domingueando, el tema de la megadeuda es peccata minuta o ya quedó en el olvido. Basta ver, por ejemplo, que doña Vero y don Pancho no sólo ganaron la elección, sino que incrementaron el porcentaje de los votos que obtuvieron en 2008. El caso de Fernández es distinto ya que no fue él quien contendió en aquel entonces, sino un viejo conocido de los torreonenses, el exalcalde Eduardo Olmos que estaba en plena carrera de chapulín y pronto abandonó la curul para dejársela todavía sin calentar a don Shamir. Y ya vimos lo que hizo éste con ella tres años después. Con la hazaña de este nuevo triunfo, el trío de priistas entra por la puerta grande al salón de la fama de los políticos vueltos a elegir de la Generación de la Deuda, en donde ya les esperaban personajazos como el diputado federal Salomón Juan Marcos; el alcalde de Matamoros, Raúl Onofre, y el alcalde de San Pedro, Juan González. Todos viviendo del erario muy contentos y quitados de la pena.

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Y ya entrados en el tema electoral, los apasionados aficionados al pambol político estatal no saben cuál goliza estuvo peor: si la que recibió Brasil en su propia casa por parte del ejército de panzers alemanes o la que le propinó la aceitada maquinaria priista al desdibujado cuadro albiazul de Memo Anaya. Y es que los panistas, al igual que los de la escuadra “verde-amarela” frente a los alemanes ayer, ni las manos metieron en el encuentro del pasado domingo. Llamó la atención que, según nuestros subagentes vestidos de banderines pisoteados, desde muy temprano en el comité municipal del partido en Torreón las huestes de don Memo parecían muy seguras de perder. Pero no crea usted que había caras tristes como en otras ocasiones, sino más bien un ánimo como el de quien, negligente, olvida su paraguas en un día nublado y piensa “sólo falta que llueva”, y... ¡zas! Se le viene encima un aguacero. Desde el cuartel anayista las excusas pronto comenzaron a salir del cajón de sastre: que si el acarreo, que si el proceso sucio, que si la compra de votos, que si la elección de estado... y todas aquellas travesuras que, sin novedad, hace el PRI cuando entra en la cancha y que el PAN y otros partidos han tratado de copiar, aunque muy mal, por cierto. No obstante, fuera de los pretextos, hubo quienes desde la banca, incluso desde el vestidor, comenzaron a señalar con dedo flamígero al responsable de la escandalosa derrota. Desde el domingo por la noche y ya entrado el lunes, las redes sociales filopanistas se convirtieron en un hervidero de comentarios contra la labor que ha desempeñado el grupo de Anaya. Como fantasmas en pleno fenómeno Poltergeist, se agolparon los reclamos por la fractura propiciada por los desaires y desplantes al exembajador Jorge Zermeño; la exclusión y posterior salida de cuadros “históricos” , pero, sobre todo, las acusaciones que pesan sobre el diputado federal que maneja al partido en Coahuila respecto a su excelente -y para muchos inexplicable- posición económica, y las “pequeñas propiedades” que tiene en el norte del estado. Uno de los más duros críticos del anayismo es el exrregidor Rodolfo Walss, quien ahora más que nunca ha puesto el dedo sobre el renglón y muy dentro de la llaga. Algo indica que difícilmente podrán frenarlo. En fin, después de la goliza de 16-0 del domingo, no cabe duda que al albiazul le urge una renovación de técnicos y jugadores, como al mismísimo equipo de Brasil, con la salvedad de que el PAN en Coahuila nunca ha tocado la gloria como el Scracht du Oro.

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Como en cualquier partido de futbol, uno de los grandes protagonistas de la elección del domingo fue el árbitro; pero más que propiciar un juego limpio y fluido, contribuyó a causar confusión e indiferencia entre el electorado. En primer lugar, el trabajo de promoción del voto dejó mucho a desear. Los spots utilizados por el Instituto Electoral de Coahuila parecían más concentrados en apuntalar la figura de “su presidente Leopoldo Lara Escalante” que en motivar a la ciudadanía a participar. Los críticos y criticones comentan incluso que parecían anuncios de propaganda antigua, cuando se machacaba a cada rato al sufrido pueblo quién era el gobernante en turno y qué obra hacía o cuál programa aplicaba. Las malas lenguas dicen que esta estrategia se debió a que la elección del domingo fue la última que el IEPCC organiza solo, ya que a partir de 2015 será el flamante INE quien se encargue de pitar los juegos en las canchas de los estados. Así que, don Polo no quiso dejar pasar la ocasión de su última elección como árbitro central para intentar lucirse antes de convertirse en árbitro auxiliar o de plano abandonar las canchas. Quién quite y le caiga una chamba por ahí en el gobierno estatal o hasta en el federal, aunque esto es sólo una mera sugerencia, no vaya usted a pensar mal, agudo lector. Pero lo más escandaloso fue la contradicción en la que incurrieron los consejeros del órgano estatal al tratar de explicar si se iban a contar o no las boletas que trajeran escritas la leyenda ELLA. Las declaraciones encontradas provocaron la ira del empresario Pedro Luis Martín Bringas, impulsor de la asociación del Estado de La Laguna, quien el día de los comicios prefirió enseñarle a los simpatizantes del movimiento cómo se debía marcar una boleta. El asunto es que, de cualquier forma, nadie sabrá cuánta gente siguió el ejemplo porque el IEPCC se rehusó a contarlos. Pero al menos algo sabemos con certeza: la mala actuación del árbitro provocó un juego de bostezo en donde la nota la dieron ELLA y los aficionados que pintaron la boleta con un rotundo “no era penal”.

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La polémica por el alumbrado público de Torreón se resiste a morir como tema de la agenda pública. Más allá del madruguete en el Congreso local, en donde se validó de manera exprés el contrato de concesión a pesar de los cuestionamientos de una buena parte de la Iniciativa Privada que en verdad pesa en la región, han comenzado a resurgir viejos nombres de posibles beneficiarios del jugoso contrato. Dicen que el diablo está en los detalles y que es precisamente a través de ellos como se colarían algunos jugadores que parecían haberse retirado del partido. Los que saben de esto recomiendan a los espectadores estar muy atentos a los subcontratos que entregará la concesionaria Construlita.

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