LERDO DE MIS AMORES
Mi pasión por el campo y la vida en la naturaleza no es casualidad; aunque nacida en mi bello Torreón gran parte de mi vida la viví en la hermosa Ciudad Jardín Lerdo, Durango, donde mis padres eran los encargados del vivero "SAN JOSÉ" ubicado primeramente en la avenida Coahuila y calle Abasolo, un encantador lugar de aproximadamente dos hectáreas y a la cual los rodeaban por el frente dos acequias y en la parte trasera un tajo al que años después fue revestido de concreto y el que hoy conocemos como canal del Sacramento.
En este vivero donde viví de niña, tenía una inmensa alberca rodeada por piletas donde se criaban peces de ornato goldfish, japonés, espada y gupis.
Es aquí en el vivero San José donde corría y me divertía tras las aves y mariposas y con todos los animales que aquí había como caballos, pavorreales, coquenas, gansos, todos en plena libertad, y en una jaula como del tamaño de un cuarto pequeño se creaban periquitos australianos que con su colorido y algarabía deleitaban a propios y extraños, había también otras dos jaulas igual de inmensas unas con palomas finas y otras con conejos de buenas razas.
¡Ahhh!, también se criaban cerdos de las razas landrace, yorkshire y duroc.
La superficie cultivable mi padre Don Enrique Robles, experto en fruticultura cultivaba también rosales los más hermosos que han visto mis ojos, había también espuelas esas plantas de tallos cubiertos de delicadas florecitas moradas y rosas, ah, y por si esto fuera poco teníamos frutales como duraznos, ciruelos, chabacanos, mísperos, higueras de higos blancos e higueras de higos negros, moras y huertos familiares con muchos tipos de verduras, además de todo lo anterior se contaba con plantas que en el vivero se producían, rosales, begonias, palmas y muchísimas plantas más.
Han pasado ya algunos años y la esencia de nuestra vida queda y anhelamos vivir estos tiempos con un cielo limpio, con las aguas cristalinas, un aire puro y los jardines de las casas donde ahora todo esto ha quedado atrás y en lugar de jardines sólo existen planchas de concreto y los árboles tan necesarios en nuestra vida por todas las bondades que nos da como la producción de oxígeno y otras cosas más también están desapareciendo.
Yo le invito a usted amigo lector a cambiar nuestro forma de ser y de pensar y hagamos de nuestro entorno un lugar más agradable con más contacto con la naturaleza para evitar los embates del cambio climático que lo estamos viviendo.
Todo lo descrito de mi niñez en este vivero es poco para lo vivido porque les aseguro que no era un espacio terrenal, sino un espacio del edén.
Usted también puede hacer su propio edén en donde usted vive, ¡atrévase!
Esta semana les recomiendo escuchen la melodía titulada Compraré, interpretada por José Luis Perales, una bella canción que nos lleva a la felicidad y a compartir con otros sin egoísmo que la disfruten. Felicidades a todos los Pedros y Pablos hoy en su día.
Que gane hoy México!
Compraré
Con una sonrisa puedo comprar, todas esas cosas que no se venden con una sonrisa compro la soledad del que marcha solo por el camino.
Con una sonrisa puedo comprar la mirada dura de mi enemigo con una sonrisa compro el dolor de aquel que dejo en la tierra su corazón.
Y COMPRARÉ COMPRARÉ
EL LLANTO DE LOS NIÑOS COMPRARÉ COMPRARÉ
EL HAMBRE DEL MENDIGO QUE IGNORÉ
Y COMPRARÉ COMPRARÉ
AQUELLOS PIES DESCALZOS QUE PISÉ COMPRARÉ
CON SÓLO UNA SONRISA COMPRARÉ
Con una sonrisa puedo comprar la mirada triste del que se marcha el futuro incierto de aquel que se quedó solo en la noche y con la mañana.
Con una sonrisa puedo comprar todas esas cosas que no se venden con una sonrisa compro la libertad del que vive preso con el dolor..
"Nunca se logró algo grandioso sin entusiasmo"
Ralph Waldo Emerson
COMUNICAR ES SERVIR
