La afición de Santos despertó en la Final de ida de la Concachampions con el grito de "sí se puede, sí se puede", para alentar a su equipo en contra de los Rayados, pero al final quedó desilusionada.
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La afición de Santos despertó en la Final de ida de la Concachampions con el grito de "sí se puede, sí se puede", para alentar a su equipo en contra de los Rayados, pero al final quedó desilusionada.