Primero La Laguna, luego Michoacán y ahora Tamaulipas. El gobierno de la República dio a conocer ayer su estrategia para devolver la seguridad al estado fronterizo que sufre desde hace semanas un recrudecimiento de la violencia del crimen organizado.
El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, anunció un despliegue mayor de fuerzas federales, comandadas por el Ejército y la Marina, y la depuración "completa" de las instituciones de seguridad en Tamaulipas.
Atribuyó el repunte de la violencia "a la descomposición de los grupos criminales generada por las acciones contundentes del Estado mexicano".
No obstante, reconoció que si bien la coordinación de las autoridades federales y estatales ha derivado en un "debilitamiento de las dos principales organizaciones delictivas" que operan en el estado (el cártel del Golfo y los Zetas), estos avances "no son suficientes".
Por ello, explicó, la nueva fase de la estrategia de seguridad girará en torno a tres ejes: el primero es "desarticular en su composición y operación a las organizaciones delictivas"; el segundo es "sellar" las rutas de tráfico ilícito de personas, sustancias, armas y dinero, y el tercero es garantizar instituciones locales de seguridad "eficientes y confiables".
Osorio Chong explicó que las acciones de la estrategia "renovada" se concentrarán en cuatro zonas (frontera, costa, centro y sur), en cada una de las cuales habrá unidades especiales a cargo de las secretarías de Defensa y de Marina. Además, la Procuraduría General de la República instalará fiscalías regionales en cada zona.
"Vamos a dar resultados", prometió el secretario, quien jugó un papel clave en la estrategia de seguridad impulsada en enero pasado en Michoacán. Y apenas el lunes 28 de abril, Osorio lanzó en Torreón la segunda fase del Operativo Laguna iniciado hace un año.
