Autoridades de Costa Rica desarticularon hoy a una banda que se dedicaba a traficar inmigrantes, a los cuales les cobraban entre 150 y 200 dólares para trasladarlos entre este país y Nicaragua, informaron autoridades.
La banda, integrada por nicaragüenses y costarricenses, fue desarticulada tras 17 allanamientos realizados por un centenar de efectivos policiales, 17 fiscales, y ocho jueces, en la zona noroeste del país, fronteriza con Nicaragua.
Durante el operativo fueron detenidas 15 personas, entre ellas cinco agentes de la Fuerza Pública y seis jefes de la estructura delictiva –tres costarricense y tres nicaragüenses-, indicaron funcionarios judiciales y de seguridad en una rueda de prensa conjunta.
También fue arrestado un chofer de una empresa de transporte de pasajeros, quien facilitaba, en recorridos regulares de la compañía, en territorio costarricense, la unidad que conducía, para transportar a los migrantes entre la Frontera Norte y San José.
Indicaron que además fueron ubicadas dos casas, en la zona noroeste del país, donde eran alojados de manera temporal los migrantes y de donde fueron rescatados 65 nicaragüenses.
En el encuentro con la prensa participaron el fiscal general y jefe del Ministerio Público, Jorge Chavarría, el subdirector del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Gerald Campos, y el director de Inteligencia y Seguridad Nacional, Celso Gamboa.
Campos detalló que para el traslado de los migrantes la banda usaba automóviles con capacidad máxima para cinco personas, cuyas suspensión se adaptaba para soportar el peso de hasta 11 personas, algunas de las cuales eran introducidas en la cajuela.
Los desplazamientos hacia esta capital se realizaban por lo general los días viernes y sábados, lo que generaba a la banda ganancias de entre 10 y 12 mil dólares diarios, agregó.
