Desde 2009 un presidente francés no pisaba suelo mexicano. Lo hizo en marzo de aquel año Nicolás Sarkozy, pero su visita fue fría y ríspida por el caso Florence Cassez, y se agravó hasta que él y Felipe Calderón concluyeron su mandato.
En la ceremonia de recepción que se realizó ayer, el mandatario francés Francois Hollande dijo: "a veces tuvimos momentos difíciles, pero siempre los hay entre grandes pueblos. Pero hoy, usted como yo, estamos abriendo una nueva página de las relaciones entre nuestros dos países", asentó.
"Éste es un día crucial, señor presidente, porque hoy, frente al mundo, relanzamos nuestra relación, para hacerla más cercana, más fuerte y con mayores beneficios para nuestras sociedades", dijo al mandatario mexicano Enrique Peña Nieto.
Durante el protocolo, Hollande recordó el diferendo diplomático que llevó al enfriamiento de las relaciones México-Francia.
"Hubo un período de cosas complicadas entre ambos países y no quiero volver sobre ese particular, porque si a veces aparecen nubes el cielo entre Francia y México siempre tiene que estar completamente despejado".
Con el fin de sellar esa nueva etapa, suscribieron 42 acuerdos para impulsar la cooperación.