Reto. Gregorio Guerrero, contralor del IFE, aseguró que el INE tiene el reto de realizar las recomendaciones por fallas administrativas.
El extinto Instituto Federal Electoral (IFE) dejó pendientes 11 auditorías a sus finanzas.
El nuevo Instituto Nacional Electoral (INE) deberá ahora sacar adelante las recomendaciones por posibles fallas administrativas y contables que se detecten a su antecesor.
Para Gregorio Guerrero, excontralor del IFE, el nuevo organismo electoral tiene la oportunidad de detectar errores y subsanarlos.
"En los trabajos que se han venido haciendo para la transición se hicieron unos señalamientos que todavía tiene que dar a conocer el INE. Faltan informes que son muy importantes para que los nuevos consejeros tengan un panorama claro de cómo está la institución", explicó en entrevista.
Estos informes, dijo, los tendrán que publicar al cierre de este mes, a fin de que tomen determinaciones.
Guerrero admitió que será una tarea difícil que el INE subsane las situaciones que se señalen en poco tiempo.
Sin embargo, estimó que es una buena oportunidad para que el Instituto sea más eficiente y así pueda mejorar su credibilidad.
"Lamentablemente, en materia financiera el IFE no ha sido tan eficiente y sí creo que se debe poner atención a esta tarea", puntualizó.
A su cierre, el Instituto Federal Electoral registró debilidades de control financiero y normativas.
En el camino a convertirse en el INE, el órgano elector en su último año de operación presentó erogaciones de servicios personales sin acreditar, irregularidades en obras e inconsistencias en procedimientos administrativos.
a las finanzas deberán ser revisadas por el INE.
