Después de tres intentos fallidos para designar al presidente de la Comisión del caso Oceanografía, ayer fue instalado finalmente en el Senado el grupo de análisis que será presidido por la priista Lisbeth Hernández.
Sin embargo, los senadores acordaron por unanimidad citarse hasta el próximo miércoles para llevar propuestas del método de trabajo y la ruta crítica a seguir.
"Entiendo que esta es una sesión de instalación, por lo que esperaría que se presentaran las propuestas para analizarlas en nuestra próxima sesión", afirmó el senador Carlos Puente, del PVEM.
El único que presentó un adelanto de lo que esperan de la comisión fue el senador panista Roberto Gil, quien dijo que la comisión deberá indagar sobre el presunto tráfico de influencias entre Pemex y la empresa Oceanografía.
También, dijo el panista, deberán averiguar sobre los actos de la empresa para defraudar a Banamex y la acción u omisión de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores; otro objetivo sería revisar la legalidad en la intervención que hizo el Ejecutivo de los bienes de la naviera.
Finalmente, agregó, deberán revisar cuales son las consecuencias de este caso en el sistema bancario.
Dolores Padierna, secretaria de la Comisión, aseguró que el trabajo de esta comisión no será en vano.