Paro. Los policías de Tabasco llevan doce días de conflicto. Pequeños grupos de elementos platican en diversos puntos o descansan.
Día doce del paro policial. A las once de la mañana la explanada de la Secretaría de Seguridad Pública tiene poca concurrencia. Pequeños grupos de elementos platican en diversos puntos o descansan dentro de los camiones que permanecen estacionados desde mediados de mes. La mayoría de ellos están uniformados y unos cuantos, los menos, lucen camisas deportivas. No faltan los radios desde donde escuchan música ranchera.
Isabelino León Miranda, el comandante José Lourdes Osorio y sus huestes están en el auditorio del Colegio de Policía y Tránsito tomando acuerdos y discutiendo estrategias de una lucha en la que no están dispuestos a ceder. La exigencia sigue siendo la destitución de decenas de mandos como condición para la permanencia del general Audomaro Martínez Zapata al frente de la Secretaría de Seguridad Pública, y para comenzar la negociación de los puntos salariales y laborales.
Llega el medio día y aparecen en la explanada los líderes seguidos de la tropa. Todos se juntan alrededor del convoy marcado con el número 263, desde donde el comandante Osorio les asegura que "ya tenemos esto ganado" y que es cuestión de paciencia.
Les dice que el gobierno ha insistido en el diálogo, lo que ven como muestra de desesperación, por lo que la exigencia seguirá siendo que caigan los mandos, los cuales -insisten- tienen un largo historial de corrupción y abusos. En realidad nada nuevo.
¿Estamos como si fuera el primer día?, pregunta el comandante. "Sí", responden al unísono. "Seguimos en pie firme", agregan los agentes.
Aunque doce días de conflicto implican un desgaste, "estamos acostumbrados al sol, a la lluvia, al aire. No nos afecta nada", comenta un elemento.