Por lo menos 400 mil personas, la mayoría burócratas, participaron en un simulacro donde fingieron experimentar un sismo de 8.1 grados, y en el caso de las regiones de la Costa, simularon enfrentar un tsunami.
El subsecretario de Protección Civil estatal, Carlos Amezcua Ávalos, admitió que hubo desorganización en la mayoría de las sedes de los simulacros, porque hace falta "mucha cultura de la Protección Civil".
Explicó que por un requerimiento a nivel nacional la mayoría de los estados del Pacífico, como Michoacán, Oaxaca, Chiapas y Jalisco, realizaron el ejercicio, que reveló la incapacidad de la gente al actuar en situaciones de peligro.
En el caso de Chilpancingo, el simulacro se realizó en las oficinas de la Secretaría de Salud y en el Palacio de Gobierno, donde sólo participaron la mitad de los 2 mil 500 trabajadores.
Amezcua Ávalos dijo que este tipo de actividades son "para fomentar la cultura de la Protección Civil, porque hace falta mucha conciencia en la gente para actuar en situaciones de riesgo".
En la capital, comentó un psicólogo de desastres, no se escucharon las alarmas sísmicas que debieron activarse y eso "desorientó a la gente".
En Acapulco, dijo Amezcua, la actividad se completó "con ciertas limitaciones". Los simulacros se realizaron en diferentes oficinas de gobierno de las siete regiones de Guerrero.
